Un niño de Arizona le disparó a su abuela y luego se suicidó el sábado, luego de recibir instrucciones de limpiar su habitación, dijo su abuelo a las autoridades.
Doyle Herbert llamó a la policía aproximadamente a las 5 p.m. para informar que su esposa y su nieto de 11 años murieron en un aparente asesinato-suicidio, dijo un vocero de la Oficina del Sheriff del Condado de Maricopa, Joaquín Enríquez, en un comunicado. Hebert dijo a las autoridades que el niño le disparó a su abuela de 65 años de edad, Yvonne Woodward, en la parte posterior de la cabeza después de que le pidieron repetidas veces durante todo el día que limpiara su habitación.
El niño aparentemente estaba «siendo terco al respecto», según la declaración. Después de matar a su abuela, el niño se volvió la pistola, que pertenecía a su abuelo, a sí mismo, según el comunicado.
La pareja acababa de sentarse en su sala de estar en su casa de Litchfield Park, Arizona, ubicada a unas 20 millas al oeste de Phoenix, para ver la televisión cuando el niño se acercó a su abuela por detrás y le disparó, dijo la declaración.
Herbert le dijo a la policía que inicialmente persiguió a su nieto, pero se detuvo para prestar primeros auxilios a su esposa. Momentos después, escuchó otro disparo, vio a su nieto dar unos pasos y luego caer al suelo. Herbert recuperó el arma y llamó al 911, dijo la policía.
Los vecinos le dijeron a un afiliado de CNN que el niño era conocido por jugar en el vecindario y que era parte de una «buena familia».
«Realmente no se ha establecido todavía. Quiero decir que este es un buen vecindario, es muy tranquilo, como pueden ver, es una cosa bastante trágica», dijo el vecino Walter Venerable a la prensa.
El abuelo del niño les dijo a los detectives que él y su esposa tenían la custodia completa de su nieto. Los investigadores no han encontrado pruebas que sugieran que el niño quería dañar a otros o a sí mismo antes de este incidente.
