La ansiedad es un padecimiento que te consume día a día y mientras que muchos asumen que lo único que necesitas es «calmarte» y «no pensar en ello», en realidad es algo que no se va de forma tan simple. No importa cuán exagerado suene, para quienes la padecen es una lucha por sobrevivir día a día. Si bien se trata de uno de los trastornos mentales más comunes de los últimos tiempos, a menudo es malinterpretadas e incomprendida.
Esto provoca que quienes la padecen, se sientan avergonzados de aceptarlo o hablar abiertamente al respecto. Creen que al revelar este mal, serán tomados como locos o que perderán credibilidad ante otros. Pero no tiene por qué ser así.
La ansiedad no es un estado de ánimo, es una enfermedad que debilita y necesita tratamiento. La sociedad debe aprender que no es algo contagioso, ni tampoco invalida a quien la padece. Es momento de frenar los tabús en torno a la salud mental y la terapia psicológica y el primer paso está en dejar de avergonzarse y comenzar a hablar abiertamente sobre el tema. Aquí hay 5 buenas razones para dejar atrás la pena.
La aceptación es parte de la sanación
Nunca debes avergonzarte por tu ansiedad ansiedad; en cambio, debes sentirte orgullosa por darte cuenta de la lucha que estás enfrentando. Al admitir que tu ansiedad es un problema, ya ha dado un paso hacia la curación y la recuperación. Nombrar tus problemas le quita poder al mal sobre ti. Cuanto más hable sobre su ansiedad, ya sea con amigos, familiares, profesionales de la salud mental o incluso en un diario, más pronto podrás tomar el control.
No hay vergüenza en pedir ayuda
No tienes por qué sentirte mal por acudir a terapia o por estar tomando medicamentos o cualquier otro tratamiento que controle tu ansiedad. Cuando se trata de su propia salud y bienestar no hay por qué estar avergonzada.
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No estas sola
Debes saber que muchos otros comparten los mismos problemas: no estás sola en tu lucha. Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América, los trastornos de ansiedad son «la enfermedad mental más común que afecta a los adultos» cada año. Por cada cinco personas que conoces, una de ellas está luchando con algún tipo de ansiedad.
La ansiedad es tratable
No es una enfermedad contagiosa ni tampoco una maldición eterna. A pesar de su prevalencia, la ansiedad es muy tratable. Existen numerosas soluciones para ayudarte a manejar y combatir su ansiedad en sus propios términos. Si estás dudosa en torno a los tratamientos, debes saber que no todo son pastillas pues hay muchas formas de sentirte mejor. Por ejemplo, tomar un «tiempo de descanso» de la vida real, desconectarte de redes sociales para concentrarte en lo que te gusta. Puedes cambiar tu alimentación, comenzar a hacer ejercicio regularmente, practicar yoga o meditación.
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El mundo necesita entender qué significa tener ansiedad
Para dejar de ver la ansiedad como algo extraño o vergonzoso, es importante entenderla. Si padeces ansiedad, puedes hablar sobre ella desde tus experiencias de modo que quienes te rodean, tengan un vistazo más personal y profundo. No significa que tengas que dar cada detalle, simplemente ser honesta con lo que implica la enfermedad; aceptar que hay días que no quieres saber nada de nadie o que necesitas tiempo para respirar. Todos hemos experimentado episodios de ansiedad pues es una respuesta normal que es necesaria para nuestra supervivencia (solo que cada quién tiene una forma de canalizarla). Hablar de ella también evitará que el resto deje atrás falsas creencias y estigmas.