¿Qué es la castración química? Se entiende que el procedimiento médico suprime los impulsos sexuales y evita que vuelvan a ofender, pero ¿cómo funciona y qué tan común es?
La castración química disminuye el deseo sexual, pero el tratamiento debe administrarse continuamente. Es el uso de medicamentos «anafrodisíacos» para disminuir el deseo sexual y la libido, con un tratamiento mínimo de entre tres y cinco años.
Ha sido probado en Suecia, Dinamarca y Canadá con evidencia de Escandinavia que sugiere que puede reducir las tasas de reincidencia del 40% al 5%.
Es diferente a la castración quirúrgica, que implica la extirpación de genitales y la esterilización en ese tratamiento debe ser continua.
«La castración química ya no es efectiva después de que se suspende», según especialistas en el área. Afirman que también causa efectos secundarios graves.
La leuprorelina es una de las drogas utilizadas para tratar las dificultades para controlar la excitación sexual, las fantasías o impulsos sexuales intrusivos, el sadismo u otras tendencias «peligrosas».
Otros medicamentos utilizados en la castración química, el acetato de medroxiprogesterona, el acetato de ciproterona y la LHRH, reducen la testosterona y el estradiol.
Incluso en los hombres, el estrógeno desempeña un papel importante en el crecimiento del esqueleto, la función cerebral y el proceso cardiovascular.
Por esta razón, los efectos secundarios incluyen osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, depresión, sofocos y anemia.