Por: Alexandra Gallegos A.
Menta y Jengibre es un proyecto que surge de tres estudiantes de tercer año de Nutrición y Dietética: Beatriz Córdova, María Fernanda Tumani y Carla González. ¿Su misión? Responder a la situación actual del país, entregando herramientas para disminuir los índices de obesidad y sobrepeso, y trabajando acorde a la contingencia legislativa en torno a la alimentación. A fines de febrero de este año las dos primeras comenzaron con la cuenta de instagram @mentayjengibre, y pronto esperan realizar actividades en terreno con el fin de educar de una manera entretenida, didáctica y sencilla. A partir de este mes, Menta y Jengibre nos entregará, 2 veces al mes, recetas prácticas, sanas, fáciles de hacer y nutritivas, para ayudarnos en la difícil tarea de pensar diariamente qué comer en nuestras casas. Antes, conoce más de ellas.
Entraron a estudiar Nutrición porque, viniendo de diferentes experiencias de vida, las tres estaban convencidas de que a través de una correcta alimentación sí se puede mejorar la calidad de vida de las personas, lo que sólo se puede conseguir educando a la población.
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¿Por qué el nombre Menta y Jengibre? Porque buscaban un concepto conocido por todos pero que a la vez las describiera, pero tampoco algo muy «científico» que nadie entendiera; y se dieron cuenta que a todas les gustaba la mezcla de menta y jengibre en preparaciones como infusiones o limonadas, ambos productos saludables y reconocidos por sus propiedades. Todas buenas para cocinar, contar en la universidad con un chef siempre al lado para consultar les ha servido muchísimo como guía en este proyecto.
¿Disfrutan comiendo o se restringen?
¡Obvio que disfrutamos de la comida! Hemos aprendido a escoger nuestros alimentos de manera consciente; en general sabemos que los alimentos procesados tienen muchos ingredientes que nos pueden hacer daño a largo plazo y por esto no los consumimos regularmente. Ahora, si nos invitan a un cumpleaños o algo especial no le vamos a decir que no a un trozo de torta o de pizza, pero en su justa medida, sin abusar.
Derribemos mitos, ¿las nutricionistas viven contando calorías o comen libremente?
No podemos hablar en nombre de todas las nutricionistas, porque cada una vive su alimentación libremente. Nosotras en particular no andamos contando calorías cuando comemos, ya que no es lo único que nos aportan los alimentos; existe una gran cantidad de otros nutrientes que son beneficiosos para la salud. Tendemos a fijarnos más en que tengamos un aporte adecuado de vitaminas, minerales y otros nutrientes muy importantes.
¿Cuándo comenzamos los chilenos a comer mal?
Es difícil de responder. En los años 50-60 en Chile el problema era la desnutrición, pero ya desde los 90 el problema es el exceso de peso. De hecho en la última encuesta de salud del año 2010, casi el 70% de la población tiene sobrepeso u obesidad. Un dato alarmante, similar a la realidad de Estados Unidos. Pero no es sólo por el cambio de alimentación, sino que nos hemos vuelto más sedentarios. Consideramos que la alimentación empeoró cuando comenzó una mayor accesibilidad a alimentos procesados ricos en grasas, azúcares y calorías, acompañado de una pobre educación e información en torno una alimentación saludable.
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