La palabra cáncer siempre asusta porque la asociamos con la muerte. Sin embargo, cada vez contamos con mejores formas de diagnóstico temprano y de efectivos tratamientos para afrontar esta enfermedad. La medicina ha avanzado mucho para ayudar a las pacientes con cáncer de mama. Es por eso que hoy vamos a conversar sobre esta enfermedad, veremos cómo podemos diagnosticarla y tratarla; cuáles son sus factores de riesgo conocido y cómo podemos implementar medidas para reducir estos riesgos y así ayudar a aumentar las probabilidades de diagnosticarlo precozmente.
Si ya tienes cáncer de mama, te daremos una guía para que puedas enfrentar de mejor forma la enfermedad. A las mujeres que no la padecen, les enseñaremos a conocer los factores de riesgo y la forma de diagnosticarlo lo más temprano posible para que, si alguna vez te toca esta enfermedad, estés preparada para sobrellevarla.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo. Se estima que anualmente fallecen 458.367 mujeres por esta causa, alcanzando una tasa estandarizada por edad de 12,5 por 100 mil mujeres. La tasa de incidencia estandarizada por edad fue estimada en 39 por 100 mil mujeres con un total de 1.383.523 casos nuevos en el mundo.
Esta enfermedad aumenta con la edad, presentándose mayormente en mujeres sobre 45 años. Las cifras anteriores nos muestran que es un problema importante desde el punto de vista de la salud púbica. Cada país debe tener políticas de salud para enfrentar de un buen modo esta patología. En Chile contamos con el GES, Garantía Explícita en Salud, conjunto de medidas que permite que toda mujer que padece cáncer de mama tenga su diagnóstico y tratamiento completo asegurado.
En Chile, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres. Esta enfermedad causa un gran impacto emocional en la paciente y su familia. Es el miedo a la incertidumbre que produce el enfrentarse a una enfermedad donde la curación puede ser difícil y los tratamientos duros. La posibilidad de la caída del cabello por efecto de la quimioterapia son parte de los miedos más frecuentes. Evidentemente, cada paciente reaccionaría ante el diagnóstico de forma distinta, dependiendo de su entorno familiar, social, de experiencias de vida, etc. Frente a este hecho, lo primero es mantener la calma, consultar a expertos en el tema y enfrentar con positivismo lo que la vida nos ha puesto en el camino.
Cada caso es distinto y debe ser un grupo de expertos quienes recomienden la mejor forma de tratar esta enfermedad, lo que dependerá de la etapa en que se encuentre, de la edad de la paciente y de factores propios del tumor, entre otros muchos factores. Esta es una época donde tenemos armas efectivas contra esta patología, y si ya la tienes, afróntala con tranquilidad y busca ayuda médica.
Conozcamos los factores de riesgo del cáncer de mama
Sexo femenino: El sólo hecho de ser mujer es un factor de riesgo para el cáncer de mama. Si bien es cierto que este cáncer puede afectar a varones, lo hará en menos del 1% de los casos.
Edad: Esta enfermedad es más frecuente en mujeres sobre 45- 50 años.
Historia familiar de cáncer: Tener un familiar cercano con cáncer de mama, aumenta el riesgo.
Genética: Entre un 5 y un 10 % de los casos de cáncer de mama son hereditarios asociados, la mayoría de ellos a dos genes anormales, los llamados gen BRCA1 y gen BRCA2. Quienes nacen portándolos tienen mayor probabilidad de padecer cáncer de mama o de ovario.
Cabe destacar que la mayoría de los cánceres de mama no tiene relación con herencia o genética.
Sobrepeso: Quienes tienen sobrepeso o son obesos tienen mayor riesgo, especialmente si son mujeres post menopáusicas.
Radiación: Quienes han recibido radioterapia en la pared torácica antes de los 30 años, como se usa en el tratamiento de algunos linfomas, tienen mayor riesgo.
Algunas patologías benignas de la mama: Existen ciertas condiciones que podrían ser de riesgo para cáncer de mama. Éstas se diagnostican generalmente, luego de una biopsia que se hizo para diferenciar una lesión benigna (no cancerosa) de una maligna (cancerosa) . Tú médico te informará de cuáles son.
Alcohol y tabaco: Son de riesgo.
Menarquía precoz: Primera regla antes de los 12 años.
Menopausia tardía: Última regla después de los 55 años.
Nuliparidad: No haber tenido hijos.
Primer parto después de los 30 o 35 años.
No haber dado lactancia.
Uso de algunos tipos de TRH (Terapia de Reemplazo Hormonal)
Raza: Las mujeres blancas son más propensas a esta enfermedad que las mujeres afroamericanas, hispanas o asiáticas. Las mujeres afroamericanas suelen tener cánceres más agresivos.
Cómo disminuir los riesgos
Existen factores de riesgo que no podemos modificar como el “ser mujer”, nuestra edad, la herencia con la que nacemos, los genes que heredamos, nuestra raza o el momento de nuestra primera o última regla, entre otros. No tenemos control sobre ellos pero sí podemos actuar en otros factores de riesgo como son el controlar nuestro peso y evitar el sobrepeso, hacer ejercicios, evitar el consumo excesivo de alcohol, el no fumar. Eso sí puedes controlarlo. Existen algunos estudios que indican también, que la dieta rica en fibras, frutas y con pocas grasas podría ser protectora para esta enfermedad y para muchas otras.
Con respecto al uso de TRH (Terapia de Reemplazo Hormonal) por parte de mujeres post menopáusicas, debe ser discutido con médico ya que no todas las TRH son riesgosas, a la luz de las investigaciones científicas actuales. Ahora, en el caso de mujeres que han padecido cáncer de mama, parece prudente no usar TRH.
Es importante además, concurrir a tus controles médicos en forma responsable para detectar esta enfermedad en su etapa inicial.
El examen más utilizado para diagnóstico precoz es la Mamografía que es una radiografía que se hace a ambas mamas y que permite detectar lesiones muy pequeñas. Debe ser acompañado por control médico. Se recomienda iniciar los controles mamográficos a los 40 años. En el caso que tengas un familiar cercano que haya padecido cáncer de mama, los controles deben comenzar 10 años antes de la edad de diagnóstico de tu familiar. Por ejemplo, si a tu mamá se le diagnosticó cáncer de mama a los 40 años, tú deberías comenzar a controlarte desde los 30 años.
Existen otros exámenes que son recomendables para detectar tempranamente esta patología como la Ecotomografía mamaria o la Resonancia Magnética de mamas, nuevamente será tu médico quién te indique cuándo usar estas técnicas.
Está comprobado que si se diagnostica un cáncer de mama pequeño, existen más probabilidades de buena respuesta a tratamiento y mejor pronóstico.
Las mujeres que tiene mayor riesgo de cáncer de mama por que en su familia hay más de un caso de esta enfermedad o por que heredaron una mutación genética (gen BRACA 1 o BRACA 2) o por qué en una biopsia se encontró alguna condición de mayor riesgo no deben desesperarse. Deben informarse de cuál es su riesgo real recurriendo a su médico.
Por último, es recomendable que frente a cualquier cambio que detectes en tus mamas acudas a tu médico.
En una próxima oportunidad hablaremos de otros aspectos del cáncer de mama como síntomas, tratamientos y otros. Espero que lo que hoy te conté te sirva y sea de ayuda para ti y tu familia.