Un nuevo estudio sugiere que aquellas personas que envejecen más rápido se encuentran en mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, esclerosis múltiple y varios tipos de cáncer. La investigación sugiere que la forma en qué envejecemos se ve afectada por los cambios en la parte de los cromosomas llamada telómero. Manipular esa región podría conducir a terapias de rejuvenecimiento.
Los biólogos saben desde hace tiempo que el envejecimiento está vinculado con la fecha de caducidad de nuestras células, que sólo pueden replicarse hasta que comienzan a degradarse producto de que se acorta progresivamente la longitud de los telómeros de los cromosomas. Todos tienen diferentes longitudes de los telómeros, lo cuales también se comienzan a acortar a diferentes velocidades. Los científicos llaman a esto tasa de envejecimiento biológico, en contraste con la edad cronológica.
Con la esperanza de avanzar en la investigación, un equipo internacional de científicos se dio a la tarea de medir la longitud de los telómeros de 37.684 individuos para ver si se podía identificar alguna variación genética responsable por la longitud de los telomeros -y si acaso esas variantes se vinculaban con el riesgo de algunas enfermedades.
Sin duda este es un estudio mayor, que duró cinco años, contó con la participación de 14 centros en ocho países y es parte del Consorcio ENGAGE (European Network for Genetic and Genomic Epidemiology), un proyecto de investigación que planea trasladar copiosas cantidades de datos genéticos en significativas aplicaciones médicas.
Los científicos fueron capaces de identificar no menos de siete variantes genéticas que afectan la longitud de los telómeros y se asocian directamente con enfermedades especificas. En concreto, vincularon las variantes con varios tipos de cáncer, incluido el colorrectal. También consiguieron conectar las variantes con la esclerosis múltiple, la enfermedad celiaca y el mayor riesgo de ataques al corazón.
¿Qué mecanismos biológicos podrían explicar el acortamiento de los telómeros?
Según explica el doctor Preston Estep, director científico de TeloMe Health Inc. y experto en genética y envejecimiento humano, “la replicación celular acorta los telómeros y la telomerasa, una enzima codificada en los genes que hace más largos lo telómeros”. “El balance global de ambos determina la longitud y, típicamente, los niveles de telomerasa son lo suficientemente bajos para permitir el acortamiento gradual a medida que pasa el tiempo”, agregó Estep. Además indicó que las personas varían mucho en la longitud de sus telómeros iniciales y la velocidad de acortamiento.
“Un importante descubrimiento hecho por ENGAGE es que las variantes genéticas que predisponen a telómeros más cortos y mayor riesgo de enfermedades son muy comunes”, dijo. “Estoy seguro que muchos se sorprenden de que variantes genéticas comunes, incluso predominantes, estén predispuesta a mayor riesgo de enfermedades y mortalidad, pero cada vez más a menudo estudios de calidad, y a gran escala, como este de ENGAGE, publican eso. Sin embargo, desde un punto de vista evolutivo, esto es lo que debe esperarse, ya que los efectos negativos de estas variantes no se producen hasta tarde, luego de la fase reproductiva”.
Al consultar al doctor Estep sobre las dificultades que conlleva medir la longitud del telómero de una persona y si es posible una aplicación clínica que lo involucre en el futuro, el investigador señaló que “desde nuestra perspectiva, es técnicamente fácil medir la longitud promedio de un telómero y más difícil hacer un análisis detallado que proporcione una visión especifica de la distribución de la longitud de los telómeros desde el más pequeño al más largo”. El problema, sin embargo, es conseguir acceso a las pruebas ya que hasta la fecha son bastante costosas y se realizan con sangre.
De todas formas, durante los últimos dos años se han desarrollado y perfeccionado métodos para medir los telómeros en la saliva y estableciendo una colección basada en muestras recibidas por correo y canalizando los procesamientos. Estep indica que eventualmente una prueba de telómeros será muy similar a un examen de colesterol de rutina o de presión arterial. La investigación fue publicada en Nature Genetics.
Paper: Identification of seven loci affecting mean telomere length and their association with disease
Links:
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Fuente: People who age prematurely could soon benefit from rejuvenation therapies (io9.com)
