Digamos la verdad. Las cosas cambian justo cuando el agua nos llega al cuello. En el caso de Nueva York este es un asunto literal. El huracán Sandy provocó una reacción tan abrupta y violenta como el mismo fenómeno climático en las conciencias de sus habitantes que de inmediato generaron planes y proyectos como el 90 BY 50 presentado recientemente en Urban Green Council.
La meta anterior a los síntomas del supuesto Calentamiento Global que tocó la puerta de la capital del mundo, era la reducción del 30% de las emisiones de carbono para 2030. Un esfuerzo insuficiente considerando el contexto y la tecnología con la que se cuenta que no considera esfuerzos demasiado grandes para conseguir una reducción superior al 80%.
La clave está en la eficiencia energética de los edificios
El costo total del plan asciende a $167 mil millones en dólares, digamos que $5 mil millones al año a razón de mejorar el transporte público que genera 21% de las emisiones y mejorar la eficiencia energética de los edificios considerando tres ejes fundamentales:
- Reemplazar la calefacción a vapor por calor eléctrico
- Que la energía eléctrica provenga de fuentes renovables
- uso de ventanas de triples panel, paneles fotovoltaicos y sellamiento de aberturas
Ya lo habíamos hablado en Veo Verde por medio de la entrevista a la doctora de física de edificios y energías renovables Ursula Eicker, que con base fenomenológica comprobada en Alemania, su país, han logrado un exitosísimo plan de reducción de emisiones.
Ya tendremos más razones para decir I LOVE NY! La evolución de nuestras ciudades depende de la inteligencia con que son implementados los avances tecnológicos. Es un hecho. ¡El futuro es Verde!
Vía: Urban Green Council
Fuente: 90 by 50: New York City Can Reduce Its Carbon Footprint 90% by 2050