Durante muchos años el Departamento de Agricultura de los Servicios de Inspección exigía que la ley fuera más dura a la hora de fiscalizar los controles de calidad de la carne molida que se utilizan para fabricar millones de toneladas de hamburguesas que tanto consumen los estadounidenses.
La principal preocupación de las autoridades de la salud es la cepa Escherichia coli 0157:H7 que causa una intoxicación alimentaria que puede derivar en serias fallas renales. Este tipo de intoxicaciones se ha visto numerosas veces en Estados Unidos, unas 160 mil personas al año. Afortunadamente esta cifra tendría que reducirse notoriamente, pues a la más mínima sospecha del posible brote de una cepa la carne será sacada del comercio.
“No podemos negar ignorar la evidencia de que estos patógenos son una amenaza en el suministro de alimentos de nuestra nación”, señaló el secretario de Agricultura norteamericano, Tom Visack.
Sin duda esta era una medida que desde siempre debió existir en la industria de la carne, ya que incluso algunas muertes se podrían haber evitado. Una vez más el gran obstáculo que tuvo tanto tiempo congelada esta ley, fueron los impedimentos y reclamos de las grandes industrias de la carne, quienes ahora deberán invertir para que su producto no se contamine de cepas que pueden ser perjudiciales para la salud. Consumir una hamburguesa con cepa E-coli, puede causar el mismo daño que comer fecas humanas.
De todos modos, aun no hay que cantar victoria, hay que ver si la gran industria de la carne no se las arregla para volver a comercializar los productos que se retiren del mercado y aun queda mucho por avanzar en el control de calidad de la carne y bajo qué condiciones esta es faenada y almacenada.
Fuente: Your Burger Just Got a Little Safer, Thanks to Uncle Sam (Treehugger)