Existen un sin fin de versiones del cuento original de Pinocho, escrito en 1883 por Carlo Collodi y mientras que la versión animada de Disney de 1940 es quizá la que ha estado en la mente colectiva por años, Guillermo del Toro está demostrando que se puede contar la misma historia, con una perspectiva completamente nueva.
El director mexicano entiende a la perfección lo que nos asusta de niños y cómo nos aterroriza de adultos y la muerte es uno de esos temas que se trata con gran belleza en la película.
En Pinocho de Guillermo del Toro encontramos un sin fin de lecciones en torno a la dualidad de la vida y la muerte, porque según el propio Guillermo, “no existe la una sin la otra”. También aprendemos de lo importante que es amar a nuestros seres queridos a través de la aceptación de sus defectos y virtudes, y cómo nuestras palabras tienen un impacto importante.
Si bien no se trata de un musical sino de una película con números musicales, del Toro incluyó algunas canciones en las que se plasman ciertas enseñanzas de la historia.
Ciao Papa es una de las canciones principales de la cinta que más impacto ha causado y con justa razón.
“Ciao Papa, mio Papa. Ha llegado el momento de decir adiós”, reza la letra. En Pinocho de Guillermo del Toro, el niño de madera ha tocado el corazón de la audiencia a través de ésta dulce melodía con un mensaje muy poderoso.
Pinocho ofrece una narrativa en torno a la Primera Guerra Mundial que se desvanece en el gobierno fascista en Italia en la década de 1930, agregando un toque de inocencia y humor con una partitura increíble que ya ha sido nominada para el premio Golden Globe Best Original Score.
Mientras suena la canción, vemos a un Pinocho feliz que se pavonea en el escenario para dar su espectáculo. A la par se muestran unos niños abatidos que abandonan sus hogares para luchar en el ejército de Mussolini.
Ciao Papa de Alexandre Desplat es poética y sombría y encapsula la verdadera esencia de la pureza infantil en un mundo plagado de violencia, amargura y muerte.
El compositor ha afirmado lo esencial que era mostrar la naturaleza inocente de Pinocho dentro del “momento muy triste y absolutamente melancólico”. Explicó que la canción es “la despedida de la infancia, de su nuevo hogar y de su padre, que todavía no sabe cómo quererlo”.
“Ciao papa, mio papa. Ya es momento de partir. ¿Cuánto tiempo y a dónde voy? Nadie lo podrá decir. Si en mucho tiempo no he de volver. Un gran tesoro empacaré. Trinos de aves y un ding-dong. Higos pintados y un caparazón. Olor de pan, sabor de miel. Tu evocación, mi padre fiel. Adiós, mi papá. Ciao papa, mio papa. Ya es momento de partir. A un lugar muy lejano me voy. Algo grande espera ahí. Por mucho tiempo no he de volver. Hay tanto mundo qué recorrer. Quizá un camello vea llorar. O vea piratas en el mar. Lluvia o sol siempre tendré. Tu evocación, mi padre fiel. Adiós, mi papá”