Antes se ingresar al sumergible Titán los tripulantes debían firmar unas cláusulas calificadas como ‘perturbadoras’, ya que en ella se libera de toda culpa la empresa Ocean Gate en caso de algún incidente y esto incluía fuertes lesiones o hasta la muerte.
El documento que desde siempre se manejó con mucha privacidad entre la empresa y quienes pagaban los 250 mil dólares para conocer de cerca los restos del Titanic que se hundió e 1912, se hizo ahora más que nunca público ante la muerte de los 5 tripulantes entre el que se encontraba Stockton Rush, creador de la empresa.
En él, el contratante debía estar de acuerdo con la siguiente descripción: “Este buque experimental no ha sido aprobado ni certificado por ningún organismo regulador y podría provocar lesiones físicas, traumas emocionales o la muerte”, según se indica en el portal del submarino que implosionó debajo del agua.
El sumergible Titán contaba con unas normas calificadas de perturbadoras
Por si fuera poco, antes de abordar el sumergible Titán la persona que realizará este viaje debe leer la palabra “muerte” en tres ocasiones, ya que esto está presente en gran parte de las cláusulas. Así lo reseñó Daily Mail.
“Firmas un descargo de responsabilidad que enumera una tras otra las formas en que podrías morir en el viaje. Mencionan la muerte tres veces en la primera página, así que nunca te lo quitas de la cabeza”, esto lo mencionó Mike Reiss, guionista de televisión que hizo el viaje el año pasado a al portal americano.
En las redes también se sumaron una gran cantidad de testimonios de personas que han salido “ilesas” de esta “mortal” exploración y la mayoría coincide en que al ingresar a la nave se dan cuenta que es muy vulnerable y “básica”.
Incluso hay quienes han asegurado que quienes han realizado este paseo siempre esperan lo peor, pues entre tantas normas, no hay una que explique una vía de escape o de emergencia, porque realmente no están preparados para ello.
Aquí se firma el documento de una “muerte inminente” en caso de que existan fugas que generen una implosión tal y cómo la que vivieron los 5 tripulantes millonarios que iban dentro del Titán.