No cabe duda de que el perro es el mejor amigo del hombre. Puede esperar una eternidad por volver a ver a su dueño. Incluso, puede mostrar más preocupación que cualquier otro ser querido. Este es el caso de Covito, un perro mexicano que espera a su dueño desde hace un mes en el hospital y este ya falleció por coronavirus.
El dueño murió por complicaciones con el Covid-19, pero Covito no lo sabe y sigue esperando. Su gesto ha conmovido a las redes sociales y el caso se ha vuelto viral.
Con el pasar de los días, los trabajadores del Hospital General Solidaridad de México notaron la presencia del canino. No se movía de lugar. Les recordó al famoso Hachiko, que esperó a su dueño en una estación de tren de Japón por años pese a que este ya había muerto.
Covito, un perro que se ha gano el cariño de todos
Nadie sabe cómo se llama el perrito. Decidieron llamarlo Covito. Se ha ganado el cariño de todos los trabajadores del centro asistencial. Es un animal muy noble y cariñoso. Obviamente nadie puede decirle que su larga espera es en vano y que su dueño nunca saldrá por la puerta del hospital.
De acuerdo con el diario El Mañana, Covito es dócil con todas las personas que se le acercan. Pacientes y médicos están conmovidos con su historia. Le ofrecen comida siempre que pueden hacerlo. Pero notan con tristeza como el animal sale emocionado a las puertas del hospital cada vez que alguien sale para saber en vano si se trata de su ser querido.
El personal médico le donó a Covito un cartón donde duerme arropado con una manta para enfrentar el frío. Los días pasan y el perro no se mueve de lugar desde que su dueño fue ingresado al centro médico.
Aunque se trata de una historia triste, el perrito le ha alegrado la vida al personal de salud de la institución: «A nosotros este perrito nos da mucha felicidad. Siempre que nos ve, nos acompaña del área de coronavirus hasta el área general del hospital. Aunque sean las 5 de la mañana, está parado en la puerta», afirmó Dulce, intendente del área Covid-19 de la institución.
Los trabajadores también están pendientes de si notan que el alguien le está haciendo fotos al canino y le piden a la gente que no llame a la perrera municipal.
Otra historia similar
Covito no es el único en su especia que ha demostrado el inmenso amor que los perros sienten por sus amos. En mayo, una historia similar se apoderó de los diarios de todo el mundo. En este caso el perrito se llama Xiaobao, o «pequeño tesoro».
Este animal conmovió a los empleados del del hospital Taikang de la ciudad china de Wuhan. Esta fue el epicentro de la pandemia del Covid-19. El perro esperó más de tres meses en el hall del centro médico a su dueño que también falleció a causa del coronavirus.
Xiaobao es de raza mestiza y llegó con su dueño al centro asistencial en febrero. En este mes fue cuando la pandemia tuvo su pico más alto. El hombre tan solo pudo sobrevivir cinco días, pero su perro, de siete años, nunca perdió la esperanza y se mantuvo a las puertas del nosocomio con la firme convicción de reencontrarse infructuosamente con su dueño.
El conmovedor encuentro de un perro con su paseador que se volvió viral, pero cuando alguien cercano al dueño se enteró de que el perro lo esperaba a pesar de haber vuelto, quiso llevárselo. Pero nada dio resultado. La lealtad de Xiaiobao y Covito, nos hacen reflexionar sobre el inmenso lazo que puede existir entre una mascota y dueño, puede ser, incluso, más grande que la de cualquier otro ser humano.
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