Cuando se trata de parejas es bastante común lidiar con temas de confianza y control por lo que las contraseñas de los móviles y otros artefactos se convierte en un gran dilema, entre quienes lo consideran necesario y quienes no, para mantener la privacidad.
En muchas ocasiones la necesidad de controlar algunos aspectos de la vida de la pareja llega a convertirse en un problema subyacentes en la relación, ante la tensión y fricciones que puede causar que uno de los dos pida la las contraseñas.
Los móviles son parte de la vida diaria al ser el objeto con el que se establece comunicación, muchos trabajan y se entretienen con las gran cantidad de redes sociales que han aparecido. Pero también es cierto que ha pasado uno de los objetos que más celos puede llegar a generar.
Esto significa que tu pareja te pida la contraseña
Son muchos los que consideran que el teléfono móvil es un espacio privado al que nadie tiene derecho de acceder, por lo que si la pareja llega a pedir la contraseña podría causar una gran discusión y negarse a darla no significa necesariamente que sea una persona que infiel o que oculte cosas.
Para algunos expertos en psicología que una persona insista en tener acceso al teléfono de su pareja puede ser signo de inseguridad o desconfianza por temor a que este ocultando algo importante o por no conocer todo sobre su vida, lo que puede llegar a causar grandes problemas ante la necesidad de control.
Son muchos los que se hacen valer del lema “si no tienes nada que ocultar, dime la contraseña”, palabras que ponen a la otra persona en una posición defensiva y crea una atmósfera de desconfianza.
Es importante evitar el chantaje en las relaciones ante los niveles de manipulación que puede manejar alguien por conseguir lo que quiere con otras frases típicas como “es que no debe haber secretos entre nosotros”, pues la privacidad es de cada individuo.
Es por ello que especialistas recomiendan que se establezcan reglas claras al iniciar un romance para evitar posibles enfrentamientos en el futuro, en especial, quienes suelen ser más celosos con su intimidad, pues también están las personas que los tiene sin cuidado ofrecer la clase de sus móviles y redes, al no ser tan cautelosos con su privacidad, por lo que les resulta confuso que el otro no logre ceder sus claves.