Los padres queremos siempre proteger a nuestros hijos. Muchas veces fingimos estar bien, cuando no es así. Ocultar las emociones de tristeza no es buena idea para enseñar a los niños “a ser fuertes.
Pensamos que si demostramos siempre estar bien y que nunca nada negativo ocurre para mantener intacta la autoestima de los niño. Esta es una idea errónea y así lo confirma un reciente estudio realizado por la Universidad de Toronto.
La vida está llena de circunstancias positivas y negativas; y es bueno enseñar a los hijos a que esto es así, pero es común que los padres traten de mostrar que siempre están felices con una falsa sonrisa que, no solo los perjudica a ellos, sino también a los niños.
Las consecuencias de ocultar las emociones de tristeza
Una de estas consecuencias puede ser una inadecuada regulación emocional, dado que “tratar de ocultar las emociones de tristeza o exagerar las positivas puede llevar a los padres a sentirse peor con ellos mismos”, explica a eldiario.es Bonnie Le, principal autora del estudio.
El cuidado adecuado de los niños, incluye, inevitablemente, tanto experiencias positivas como negativas. Durante el día a día pueden ir ocurrir situaciones que van desde la alegría y el orgullo de ver a su hijo desarrollarse y crecer, hasta la frustración y el reproche cuando los niños les desobedecen.
La expresión trasparente de las emociones se asocia con mayores competencias sociales y con una mejor regulación emocional por parte de los niños.
Querer “proteger” a los niños con una sonrisa constante, aunque a veces atravesemos circunstancias negativas, terminará por frustrarnos. Y ocultar las emociones negativas hace que el niño pueda darse cuenta y perder la confianza con sus padres.
Las emociones de tristeza o ira son “mal llamadas” negativas
De acuerdo con el catedrático de psicología de la Universidad de Oviedo Marino Pérez, citado por Psicopedia, también llama la atención sobre una práctica muy habitual en nuestro tiempo: la de presentarles a los niños una realidad feliz de forma indiscriminada.
“Las complicaciones de la vida forman parte del propio aprendizaje”, asegura el experto, quien agrega que ocultar las emociones es un es “suponer que se pueden traumatizar si se exponen a emociones negativas no es cierto.
El experto destaca que las emociones de tristeza también son fundamentales para la adaptación a la vida.