La vida de las Kardashian-Jenner no es ningún secreto. Día a día nuestras redes sociales se ven invadidas de sus publicaciones, entre fotografías de sus excéntricas vidas, hasta los chismes de sus romances, rupturas y pleitos familiares.
Recientemente Kendall Jenner compartió una serie de fotografías en un diminuto bikini rojo con el que dejó ver su delineada figura. De inmediato, los fans comenzaron a bromear con querer verse como ella pero lo que en un principio podía pasar como una broma, ahora es realmente preocupante.
vday is coming 💗 @skims BTS pic.twitter.com/LDmlgQU4RX
— Kendall (@KendallJenner) February 12, 2021
Y que muchas mujeres no sólo dijeron querer verse como ella sino que bromearon con «dejar de comer», «vomitar» o tomar pura agua» para conseguir adelgazar como ella.
Frases como «de repente se me quitó el hambre» o «a partir de ahora dejaré de comer» no son divertidas cuando los trastornos alimenticios son algo muy real. Mientras para algunas es un juego para obtener likes para otras es algo con lo que lidian en silencio todos los días.
Los trastornos alimenticios son trastornos mentales, no elecciones de estilo de vida.
No hay nada gracioso en una enfermedad potencialmente mortal. Todos los trastornos alimenticios, sin importar el tipo, tienen graves consecuencias para la salud de quien lo padece. Los chistes sobre trastornos alimentarios crean la idea de que esta enfermedad no debe tomarse en serio, a pesar de la gravedad de la enfermedad.
Estos chistes refuerzan el estereotipo de que los trastornos alimenticios son una opción.
Los TA no reciben la atención que merecen y hacer bromas sobre ellos sólo los hace parecer menos importantes. En muchas regiones del mundo, trastornos como la anorexia y la bulimia tienen la tasa de mortalidad más alta entre todos los tipos de enfermedades mentales, pero siguen recibiendo poca atención debido a que no toman en serio su gravedad.
Así como algunas personas no pueden evitar sufrir una enfermedad física como la artritis, no se puede evitar sufrir una enfermedad mental. Se ha demostrado que los factores biológicos, sociales y ambientales desencadenan el desarrollo de un trastorno alimenticio. ¡Además, nunca sabes a quién puedes estar afectando con esas bromas!
El body shaming tampoco debería ser una broma
Desde hace unos años, las hermanas Kardashian Jenner se han posicionado como las mujeres más millonarias del espectáculo y aunque ya es «normal» verlas exponerse al ojo público, es momento de cuestionarnos qué mensaje estamos tomando de ellas.
Las socialités y empresarias nos han acostumbrado a idealizar sus cuerpos, que todas debemos vernos como ellas. Sin importar cómo es que llegaron a obtener sus figuras, la forma en la que los fans hablan de ello termina solapando la idea de que «mientras más delgada, más deseable eres».
Al mismo tiempo están aquellos que se burlan del cuerpo de Kendall y revela mucho sobre nuestra cultura de body shaming (vergüenza corporal). En redes sociales se puede leer comentarios como «está anoréxica», «es puro Photoshop», «debería comer más hamburguesas de queso», «¿dónde están las curvas de Kendall?» o «qué asco puedo ver las costillas de Kendall».
Por supuesto, Kendall probablemente ha estado lidiando con esto toda su vida. Su hermana Khloe ha dicho que»solía ser intimidada todo el tiempo por ser demasiado delgada». Pero como top model y estrella de la televisión, su cuerpo está bajo un escrutinio constante, y la vergüenza por las flacas parece atraer mucha menos condena que la vergüenza por la grasa u otras formas de body shaming.
Es cierto, las mujeres convencionalmente delgadas no experimentan prejuicios estructurales tanto como las que tienen una estructura más grande. La vergüenza por la grasa se ve reforzada por un sesgo cultural significativo el cual tiene repercusiones reales, desde una atención médica inadecuada hasta el acoso y las luchas por la accesibilidad básica.
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