Adquirir malos hábitos alimenticios es más fácil de lo que se cree. Solo basta con tener un comportamiento errado y repetirlo durante varios días para que se convierta en una costumbre que es preferible cambiar en beneficio de tu salud.
No obstante, muchas veces el inconveniente parte del hecho de que la persona no sabe que está cometiendo un error y solo lo nota cuando el cuerpo pasa factura más adelante.
Malos hábitos alimenticios que debes evitar
Algunos están relacionados con el ritmo de vida cotidiano que a veces impide que las personas se alimenten correctamente, por apuros o por descuidos, y otros, por abusos que a la larga generan enfermedades crónicas.
Hambre después de comer
Alimentarse no es lo mismo que nutrirse. Si lo llevamos a un caso práctico esto es igual a comer la misma cantidad de calorías en un jugo y un refresco.
Lógicamente la primera opción tendrá más vitaminas, minerales y beneficios para tu organismo a pesar que la bebida gaseosa también te sacie.
Por este motivo muchas veces puedes experimentar hambre al poco tiempo de comer, ya que tu organismo te indica que no le diste los nutrientes que necesita para su funcionamiento.
Expertos en el área como Fran Sabal han creado herramientas como el método de los 4 elementos, una forma sencilla para aprender a alimentarse combinando los macro y micro nutrientes, es decir, proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales, explicó InStyle.
También hay otro punto de vista con el cual se puede abordar la problemática y es que también existe el hambre emocional, que está más relacionado a la ansiedad y al deseo de comer ciertos antojos y no tanto a la necesidad fisiológica.
Esta también merece ser atendida, muchas veces de la mano de un especialista, puesto que gracias a esos atracones se produce el aumento de peso y relaciones insanas con la comida.
Comer muy rápido
Entre las ventajas de disfrutar de un rico platillo con calma no solo está saborear a plenitud sus condimentos sino también evitar malestares gástricos.
Según el portal Prensa Libre, hacerlo de forma acelerada ocasiona indigestión, lo cual trae consigo ardor de estómago, sensación de hinchazón, gusto ácido en la boca y náuseas.
Pero no solo eso. Esta práctica también está relacionada con el aumento de peso ya que comerás más alimentos mientras tu cerebro envía la señal de que ya estás saciado, la cual aparece 20 minutos después de iniciar con la ingesta de comida.
Cenar muy tarde e ir a la cama
Otro error que está relacionado a los problemas estomacales es comer muy pesado por la noche y posteriormente ir a dormir, sin darle espacio al organismo de procesar todos los alimentos y hacer correctamente la digestión.
Conforme con el mismo medio, cuando se duerme el cuerpo entra en un estado de relajación que la ralentiza ocasionando más adelante malestares.
Deja el margen de dos horas entre tu última comida y la hora de ir a la cama para que tengas una mejor calidad de sueño.
Saltarse las comidas
Es muy común escuchar que perderse el desayuno es un error garrafal pero la realidad es que lo es en cualquier platillo, debido a que ralentiza al metabolismo.
Al no comer, tu cuerpo lo interpreta como un ayuno así que las proteínas y grasas son utilizadas para producir energía y descomponer los músculos. De igual manera se origina un alza de azúcar en la sangre y esto genere más grasa, explicó la fuente.
Por esta razón los nutricionistas recomiendan cinco comidas al días, tres principales y dos meriendas, para mantener al cuerpo activo pero eso sí, con pequeñas porciones.
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