La familia no siempre es algo positivo en nuestras vidas. El compartir sangre no hace que la convivencia sea automáticamente fácil ni tampoco que se entiendan unos a otros. A veces, las personas más tóxicas están dentro de ese círculo, provocando que te sientas sola y frustrada.
La sociedad siempre nos ha dicho que «no hay lugar como el hogar» y que la familia es el único refugio seguro que tenemos, incluso por encima de nuestros mejores amigos o una pareja. Pero de nuevo, el compartir sangre no es garantía de bienestar ni estabilidad.
Las personas tóxicas te drenan, no importa de quién se trate. Son vampiros energéticos que te hacen sentir por los suelos cuando están cerca. Lo peor, es que cuando se trata de un familia, no siempre es tan fácil alejarse.
El debate en torno a las personas tóxicas está bastante dividido entre quienes consideran que hay que tener comprensión hacia la forma de ser de otros y quienes defienden que lo mejor es cortar tajantemente sin ningún tipo de consideración. Es importante comprender que no se puede cambiar a nadie, por lo que es mejor dejar de intentarlo. Guarda tu energía para algo sobre lo que puedas tener más control. Lo cierto es que sin importar qué, no debes permitir que nadie, ni siquiera tu familia atente contra tu salud emocional
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Nadie tiene por qué hacerte sentir mal sobre lo que eres o sobre lo que haces con tu vida. Nadie tiene por qué juzgarte con el fin de tomar control sobre ti. El que sea tu familia no significa que debas cumplir con sus expectativas.
A veces, las personas tóxicas te atraparán en una red de chantajes y mentiras sabes que no tienes que ceder ante ellos, pero también que habrá consecuencias si no lo haces. El secreto es tomar tu decisión desde una posición de poder, en lugar de sentirte controlada. Tienes derecho a tener tus propias opiniones, ya tienes las bases que te dieron pero es momento de dejes de permitir que sigan influyendo sobre ti El poder personal es todo lo que tiene que ver con lo que tú crees y nada que ver con lo que ellos piensan.
Si ellos tienen la idea de que para que te sientas plena debes formar una familia pero tú no quieres hijos o no piensas en matrimonio, no hagas de lado tus creencias para satisfacerlos. Tratar de quedar bien con ellos sólo te provocará malestar. No tienes que complacer a nadie más que a ti.
Pon tus límites. No puedes complacer a todos, pero las personas tóxicas harán que creas que tienes que esforzarte más para «ser suficiente». Es agotador y pone tu salud mental en una cuerda floja.
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Las personas tóxicas querrán verte en tus límites para que cuando te tambalees sean ellos quienes «te salven» y te digan «te lo dije». No te permitas llegar a eso.
Al saber exactamente qué estás dispuesta a permitir te hará capaz de ponerles un alto. No tengas miedo de decirles que no. Si te equivocas, será tu problema, no de ellos. Aprenderás y saldrás adelante. No importa si alguien más piensa que estás bien o mal. Lo que importa es si es correcto o incorrecto para ti.
Las personas tóxicas siempre verán en los demás lo que no quieren reconocer sobre sí mismas. Se llama proyección. No puedes permitir que otros descarguen sus frustraciones en ti porque sólo hará que dudes de tu valor. Nadie tiene por qué hacerte sentir menos bonita o menos inteligente.
No permitas que tu familia atente contra tu salud emocional. Quizá sea necesario ser un poco egoísta pero no debes sentirte mal por ponerte primero.
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