La humanidad está pasando por momentos en los que parece que todo es caos. Las malas noticias están a la orden del día y es imposible no sentirnos abrumadas. Estamos obligadas a mantenernos aisladas en casa, lejos de la vida en el exterior. Pero cuando tienes amigas que se convierten en una red de apoyo aún en la distancia, tienes un tesoro muy valioso.
Todas tenemos al menos una amiga fuerte a la que podemos acudir cuando todo parece derrumbarse. Una amiga capaz de ayudarnos a darle la vuelta a las peores situaciones.
Cuando las cosas van mal o no estás segura de algo, no hay nada como tener a tus aliadas que funjan como esa luz que te ayuda a encontrar la salida. No hay nada más emocionante y gratificante que la relación que tienes con otras mujeres que tienen metas ambiciosas y cuya visión de la vida es ir siempre hacia adelante.
Tener amigas fuertes con las que puedes contar es una verdadera bendición. Porque no importa cuán favorables o desfavorables sean las condiciones, ellas hacen que cualquier situación sea más llevadera.
Y en estos momentos en los que no puedes abrazarlas, su amistad es tan fuerte que una simple llamada hace que se sientan cercanas.
Gracias a ellas, el encierro no es tan malo porque siempre tienen las palabras de aliento adecuadas para recordarte que no estás sola. No es que los problemas desaparezcan pero saber que cuentas con ellas, hace que el mundo se reinicie y encuentres la mejor salida.
La sociedad nos ha hecho creer que ser una mujer fuerte es igual a ser inalcanzable y estar dispuesta a aplastar a quien sea con tal de ser siempre mejor. Ser una mujer fuerte no es igual a estar sola, sino acompañada de otras mujeres fuertes que se impulsen y apoyen entre sí. Porque una mujer fuerte se defiende a sí misma pero no deja de apoyar a las demás
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Nunca subestimes el poder de rodearte de mujeres fuertes. Son tu respaldo, tu tribu. No hay nada más valioso que poder recurrir a ellas para darte un respiro. Quizá es porque han tenido experiencias similares o porque saben ponerse en los zapatos de la otra, pero juntas, son capaces de sobrellevar los problemas como una sola.
Olvídate de señalar, criticar o buscar rivalidad con las demás. busca aliadas, rodéate de quienes te inspiran a ser mejor. El desafío de las mujeres está en aliarse unas con otras para ser más fuertes. Cuando ayudas a otra mujer a levantarse, todas brillan. Al principio puedes sentir que no te estás enfocando en ti, pero te darás cuenta de que puedes ser lo suficientemente segura como para inspirar a las demás, lo cual te hace crecer de formas que jamás habías imaginado.
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