Anne Hathaway ha sido, desde sus inicios en Hollywood, una de esas bellezas que simplemente no se discuten. Ya sea en la alfombra roja o en la pantalla grande, siempre logra deslumbrar con una mezcla de elegancia, frescura y ese carisma que la hace inolvidable. Y aunque han pasado más de dos décadas desde su debut en The Princess Diaries, parece que el tiempo no ha hecho más que jugar a su favor.
El pasado jueves 17 de abril, la actriz volvió a robarse los reflectores en uno de los eventos más esperados del año: el desfile Otoño 2025 de Ralph Lauren en Nueva York. La velada reunió a celebridades como Michelle Williams, Naomi Watts, Kacey Musgraves y Ariana DeBose, todas vestidas con diseños inspirados en el estilo western elevado que caracteriza la nueva colección. Sin embargo, fue Anne quien acaparó toda la atención.
Ataviada con pantalones de lentejuelas, una coleta altísima perfectamente estilizada y un maquillaje de acabado impecable, Hathaway desató una oleada de comentarios en redes: “¿Qué se hizo?”, “¿Cómo es posible verse así a los 42?” y hasta “Esa mujer no envejece”. Su aparición no sólo dejó boquiabiertos a los presentes, sino que también reavivó los rumores sobre posibles retoques estéticos.
¿Cirugía o efecto visual?
El peinado de Hathaway fue uno de los aspectos más comentados de su aparición y es que sería clave en su aspecto rejuvenecido.
Anne, con ligas dobles para lograr ese efecto snatched que tensa y levanta el rostro de forma inmediata. Un truco simple, pero efectivo, que muchos consideran el nuevo “facelift sin bisturí”.
A esto se sumó un maquillaje hecho por Kristofer Buckle, quien apostó por un acabado mate pero luminoso, con piel pulida y sin rastros visibles de arrugas o textura. Todo en conjunto dio como resultado una Anne Hathaway “más joven que nunca”.
El posible secreto: tratamientos estéticos no invasivos
Anne Hathaway no sólo es un ícono del cine: también lo es del “envejecer con gracia”. A sus 42 años, la actriz hace alarde de una piel que parece inmune al paso del tiempo. Pero más allá de su genética privilegiada y una rutina disciplinada de skincare, en la que no faltan el protector solar, las cremas reafirmantes y la limpieza profunda, hay un secreto que la mantiene radiante incluso sin maquillaje: la medicina estética preventiva.
Aunque no hay confirmación oficial, especialistas en belleza coinciden en que Hathaway podría estar utilizando tratamientos no invasivos como los inductores de colágeno con láser, un procedimiento aprobado por la FDA y considerado uno de los más efectivos para combatir la flacidez y mejorar la textura de la piel. ¿Cómo funciona? A través de ondas de calor que estimulan la producción de colágeno natural en el rostro y el cuello, logrando un efecto tensor, pero sin pasar por el bisturí.
A esto se suma la posibilidad del uso de rellenos de colágeno inyectable, una técnica que, según Stanford Health Care, sirve para rellenar líneas de expresión, depresiones en la piel o cicatrices, devolviéndole volumen y firmeza al rostro. Estos rellenos, derivados de fuentes bovinas o incluso del propio cuerpo, aportan estructura y suavidad, con resultados discretos pero visibles.