La sociedad tiene una forma extraña de ‘entrenarnos’ para pensar y actuar de cierta forma. A través de historias románticas plasmadas en libros y películas, nos han hecho creer en los amores imposibles, en el dolor como una forma de sentir amor verdadero y en los celos como una muestra de adoración. No, ni obsesionarte con amores imposibles, ni sufrir ni estar a expensas de los celos de una pareja es amor.
Así que es momento de dejar de romantizar los celos porque están lejos de ser amor verdadero.
Todos hemos sentido celos en algún momento; son algo normal. Pero hay niveles. El comportamiento celoso «sano» ocurre cuando podemos descartar de inmediato esa sensación de duda, cuando estamos seguros que no hay por qué sospechar de las acciones del otro y cuando es posible que cada uno viva de forma individual, estando juntos.
En cambio, los celos no saludables ocurren cuando nos entregamos a ese sentimiento y actuamos impulsivamente desde un lugar de sospecha e inseguridad. Cuando la inseguridad en nuestras relaciones se desenfrena, los celos pueden convertirse rápidamente en paranoia y obsesión y amenazar con destruir la relación que más tememos perder.
Los celos son causados por la inseguridad, la posesividad y los temores de quien nos jura amor eterno pero que termina alejándonos de ello. Los celos contaminan nuestras relaciones y destruyen nuestra libertad.
Un celoso transforma el amor en una cadena, te transfiere sus inseguridades y te culpa de sus errores. Te hace sentir culpable de lo que cometieron personas de su pasado y te programa para ver el amor como una fatalidad.
No, los celos no son románticos; no son amor. Quien tiene problemas de celos se convierte en un obstáculo para tu felicidad porque se enojará cada vez que hagas planes con tus amigos o que tengas que quedarte horas extra en el trabajo. Pensará lo peor de ti y no habrá explicación que haga que deje de cuestionarte.
No, los celos no son una muestra de cariño. Un celoso sacará las pequeñas cosas de contexto y te hará dudar de ti misma. Buscará darle la vuelta a la situación y siempre terminará haciéndote sentir culpable. Encontrará más y más razones para sospechar de ti, incluso cuando seas completamente fiel.
Un celoso te hará renunciar a tus sueños para que te acoples a los suyos, buscará la forma de controlarte y de que te adaptes a sus reglas, las cuales muchas veces estarán implícitas.
Así que es momento de dejar de ver los celos como un gesto romántico, porque más que una prueba de amor, son una cadena de problemas.
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