La guayusa es una misteriosa planta que crece en regiones amazónicas y que ha despertado el interés de muchos. Este ejemplar con hojas de color verde intenso es considerada sagrada para los indígenas. Esto debido a sus altos beneficios que la convierten en medicinal y seguramente comercial a futuro.
Universidades de Ecuador y Colombia se han dedicado en los últimos años a estudiar las inmensas propiedades de la guayusa. Aunque aún las pruebas están en fase temprana, todo indica que realmente las propiedades que tiene son impresionantes.
Los especialistas afirman que la hoja de esta planta contiene una gran capacidad antioxidante que previene el envejecimiento de las células.
Jenny Ruales, profesora del Departamento de Ciencia de Alimentos y Biotecnología de la Escuela Politécnica Nacional, conversó con el diario El País y afirma que «es la planta con más antioxidantes que existe en el mundo. Dicen que el té verde tiene muchos y que es una maravilla, pero la guayusa tiene muchos más».
La experta lleva ya siete años analizando esta planta. «En nuestro cuerpo, por varias causas como la contaminación o el estrés, se generan unos compuestos llamados radicales libres que pueden producir un deterioro de los tejidos u órganos como el corazón o el cerebro e incluso provocar cáncer. Los antioxidantes detienen esa reacción, la neutralizan y evitan el daño en el organismo, previniendo también el envejecimiento».
Y no solo antioxidantes, la guayusa también tiene propiedades antiinflamatorias. Esto valida el uso popular que le dan los indígenas para combatir el reumatismo.
El investigador de las universidades Javeriana y Nacional de Colombia, Luis Sequeda, comprobó que, además, esta planta tiene beneficios para la salud dental. Luego de realizar estudios in vitro con bacterias cariogénicas confirmó que las sustancias de la guayasa se activan contra los microorganismos que causan la periodontitis.
La conclusión de los expertos es que sus principios activos podrían ser muy útil para medicamentos en el futuro. Pero a pesar de esto, ellos afirman que falta mucho para conseguir guayusa en las farmacias.
«La fórmula farmacéutica consiste en llevar el extracto de la planta a una pastilla que sea estable. Y así poder mostrar una fecha de caducidad. Ese es el reto, pero todavía falta mucha tela por cortar», manifiesta Sequeda.
El científico continúa: «Desde la óptica de la medicina tradicional sí la podemos emplear bajo los criterios de los pueblos indígenas. Ahí sí le veo una aplicación más rápida e inmediata».