La página web DrEd publicó los resultados de una larga encuesta para determinar cuáles son las posiciones sexuales que más disfrutan los hombres y las mujeres. Y esta reveló un top 5 de las clásicas posiciones que enloquecen a los europeos y a estadounidenses en su mayoría, donde el placer llega a los más altos niveles de placer y éxtasis.
La encuesta recopiló la información de 2 mil personas que develaban las posiciones que más disfrutaban con sus parejas. El estudio logró segmentar por género y hasta por preferencia sexual y por cada país encuestado. Siendo la gran ganadora el Doggy Style, o mejor conocida de este lado del hemisferio como la posición del perrito, con un 35.1% de los encuestados.
La segunda posición que más preferían las mujeres de la encuesta realizada por la web especializada en salud y bienestar, con un 22.5% de aceptación, fue la popular posición del Misionero, donde sabes que tu chico verá tu rostro lleno de placer mientras tus piernas lo abrazan por la cintura. Tan popularizada por el libro del Kamasutra y que ha hecho que todos, aunque siempre se haya practicado, a finales del siglo XX se le otorgase nombre para lograr identificarlo.
En el tercer puesto las mujeres toman el control, pues la posición de la Cowgirl, la conocida vaquera está entre la favoritas, con un 19.4%. Chicas, aquí ustedes saben que tienen el control, dominando la situación y las sensaciones , aquí es donde ustedes deciden hasta dónde llegar. Pero sin duda es una de las posiciones que ellos también disfrutan al ver todo ese poder femenino en acción.
Pero una vez que estas sobre él, las cosas pueden cambiar y la vaquera puede quedar al revés, haciendo que tu pareja se coloque encima de ti, coloca tus piernas sobre sus hombros, para mayor placer y una muy profunda penetración. En los países anglo esta posición se le conoce como Holding Legs Up, y esta quedó en el cuarto lugar con un 4.3%. Y con el mismo porcentaje para cerrar este Top 5 de las posturas que más disfrutan las mujeres el 69 sorprende al colarse en esta posición, pues si creían que todas las formas de placer tenían que ser protagonizadas por la penetración, se rompe el paradigma.
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