Elegir pareja es una de las decisiones que seguro marcarán tu vida para siempre. Pero buscar a la persona correcta con quien termines casada puede convertirse en un verdadero reto y la aventura más osada. Aunque al final, dicen que «siempre hay un roto para un descosido», es decir que al final siempre encontrarás a la persona o el camino adecuado para tu felicidad.
En las películas de fantasía, los personajes tienden a casarse con personas que acaban de conocer y que resultan ser el amor de su vida. Pero en la vida real no pasa eso. El amor toma tiempo y el matrimonio no es un juego de «hoy sí, mañana no». Por lo general, nos terminamos enamorando de alguien que primero pasó mil y un filtros, hasta convertirse en nuestro mejor amigo y finalmente, compañero de vida.
Michelle Obama por ejemplo, conoció a Barack en la universidad y después salir un tiempo como «algo más», se casaron. Pero a 25 años de matrimonio, Michelle sigue llamando a Barack «su mejor amigo».
Justin Timberlake también lo ha dicho con respecto a Jessica Biel: «Quiero agradecer a mi mejor amiga, mi esposa, Jessica». Y ni se diga de Ashton Kutcher y Mila Kunis, quienes se conocieron en el set de ‘That’s 70 Show’ cuando ésta tenía tan sólo 16 años. En la serie, eran pareja pero en la vida real eran el típico caso de mejores amigos que se besan a escondidas. Hoy llevan casi 20 años de conocerse y aunque en ese lapso tuvieron otras parejas, ahora han formado una familia y son una de las parejas más estables del espectáculo.
Conforme vamos crecemos, el declive de los amigos reales en nuestras vidas es inevitable por lo que hasta cierto punto, nuestras condiciones de «pareja ideal» se van basando en esos amigos que nos rodean terminamos y al final terminamos conformándonos con lo que tenemos alrededor. ¿Cuál es la necesidad de buscar si al lado tienes a ese amigo que te hace reír y sentir la mujer más afortunada?
Entonces, ¿tu mejor amigo se debe convertir en tu esposo o tu cónyuge es quien debe convertirse en tu mejor amigo? o bien ¿el matrimonio y la amistad deben tener su propio espacio?
John Helliwell, profesor de la Escuela de Economía de Vancouver y editor del World Happiness Report, afirma en sus investigaciones que, según las conexiones sociales, todos obtienen beneficios de los amigos y conocidos que los rodean pero que los únicos amigos que aumentan nuestra satisfacción en la vida son los mejores amigos.
“Pero mientras que los amigos son importantes para tu bienestar, los casados tienen menos amistades que los solteros, por ello, el matrimonio termina siendo la mejor amistad que puedes tener», afirma Helliwell.
Entre 1991 y 2009, junto al British Household Panel Survey, Halliwell pidió a 30.000 personas que cuantificaran su satisfacción con la vida. En general, la gente casada expresó una mayor satisfacción pues decían tener un mayor sentido de bienestar que la que mayoría de la gente soltera experimenta en la edad madura, ya que se enfrentan al estrés laboral, el cuidado de los padres ancianos y otras presiones.
De acuerdo con Halliwell, los beneficios del matrimonio son tan fuertes incluso para aquellos que están llenos de amigos externos y son aún más grandes para aquellos que consideran a su cónyuge, su mejor amigo.
Por otro lado Amir Levine, psiquiatra y neurocientífico de la Universidad de Columbia, explicó que todo el mundo tiene lo que él llama una jerarquía de apego, es decir, si algo malo nos sucede, tenemos un ranking de las personas a las que llamamos para ayudarnos. En teoría, los que están en los peldaños más altos suelen ser nuestros padres u otros miembros de la familia y más abajo, los amigos y la pareja.
Sin embargo, hay un punto en el que la llamada atracción sexual cambia la pirámide y dejas de acercarte a tu familia, para llamar a una nueva persona que te atrae físicamente. Conforme creces, es claro que esto irá disminuyendo lo cual es sano ya que de otro modo, el estar todo el tiempo babeando por ese otro nos convierte en personas inútiles.
La amistad dentro del matrimonio, habla de sentirse en una relación segura, de «estar cerca de mi pareja es muy gratificante. Confío en esa persona. Está ahí para mí de una manera tan profunda que me permite tener valor», explica Levine. En términos generales, el investigador afirma que la palabra «cónyuge» y «mejor amigo» no deben ir en la misma descripción «porque no todos los cónyuges proporcionan eso por lo tanto, el término sólo se debería quedar en ‘cónyuge seguro'». Esto es que una debe tener un mejor amigo a quién recurrir en determinadas situaciones y al cónyuge en otras.