Pesa sólo entre 15 y 30 gramos, pero cuando no funciona adecuadamente es capaz de alterarnos de manera importante el diario vivir. Se trata de la glándula tiroides, esa que hombres y mujeres tenemos en la parte inferior del cuello, pero que a nosotras nos «molesta» con mayor frecuencia.
La tiroides es de vital importancia en nuestro organismo, ya que participa en la producción de hormonas –como la T4 y T3–, que regulan el metabolismo corporal y el trabajo de distintos órganos. Cuando la función de la glándula disminuye, bajando la secreción de las hormonas tiroides, estamos ante un hipotiroidismo; aquí es cuando podemos sentir cansancio, intolerancia al frío, desánimo, propensión al sedentarismo, piel seca, estreñimiento, ciclos menstruales irregulares y más largos y un aumento leve del peso, entre otros síntomas.
Sin embargo, hay que advertir que muchas veces estas señales son confusas y atribuibles a otras causas. Por ello, frecuentemente el hipotiroidismo sólo resultará evidente a nivel de laboratorio, al realizar un examen de sangre. Pese a ello, son estos síntomas los que causan el discurso común que «el hipotiroidismo es el gran causante del sobrepeso que sufren muchas de las mujeres».
Mal femenino
Según la última encuesta del Ministerio de Salud, un 21,5% de la población femenina mayor de 15 años sufre de hipotiroidismo, el cual aumenta con la edad llegando a un 31,3% en las mayores de 65 años. Estas cifras contrastan con las de países europeos, donde el hipotiroidismo afecta sólo a un 2,5-3% de la población.
Si segmentamos entre hombres y mujeres, el hipotiroidismo es 5 veces más frecuente en nosotras. ¿Cuál es la causa de su alta presencia en Chile? Los especialistas coinciden en que es autoinmunitaria, la ausencia de yodo al que nos vimos enfrentados por largo tiempo y nuestra alta consanguineidad.
Tal es su impacto que hoy el hipotiroidismo está cubierto por el Auge y el GES, lo que permite que toda persona diagnosticada con la enfermedad recibe gratuitamente los medicamentos y la supervisión médica correspondiente.
Por otra parte, muchas de las clínicas privadas –como la Las Condes o Alemana, entre otras– ya cuentan con centros de la tiroides, donde buscan dar unidad al tratamiento y al manejo del paciente. En tanto, en el área de la salud pública, hay hospitales que también poseen unidades especializadas.
El doctor Patricio Trincado, endocrinólogo y miembro del Centro de la Tiroides de Clínica Las Condes, explica que las mujeres son más propensas a sufrir enfermedades a la tiroides porque a lo largo de la vida nos vemos sometidas a «varios remezones hormonales, como embarazos, uso de anticonceptivos y el mismo ciclo menstrual». Sin embargo, advierte que existen dos etapas en que el hipotiroidismo se manifiesta con mayor frecuencia: postparto y en el climaterio (mujeres entre 45 a 50 años). De hecho se estima que en la postmenopausia, 1 de cada 5 mujeres puede sufrir un trastorno a la tiroides. Para corregirlo lo que se indica es Levotiroxina, cuya dosis depende de cada paciente.
¿Mito o realidad?
Entonces, los molestos síntomas del hipotiroidismo –como baja del ánimo, mayor propensión al sedentarismo, resistencia a la insulina y disminución del metabolismo– efectivamente terminan afectando nuestro peso corporal; no obstante, el doctor Trincado advierte que se le puede adjudicar sólo entre 4 a 5 kilos de alza, no más, por lo que es claro al señalar que «el hipotiroidismo no es atribuible a un estado de obesidad de la mujer».
Señala también que la mayoría de las veces los síntomas que nos indican que una persona tiene hipotiroidismo son silenciosos, no detectables fácilmente, por lo que cuando efectivamente es diagnosticada, ya ha subido bastante de peso por distintas causas que van más allá del hipotiriodismo. Al corregir la función de la tiroides sólo se logra bajar, por esta vía, entre 4 y 5 kilos.
¿Cuándo se originó este mito, entonces? «Viene desde los años 30, cuando el hipotiroidismo se detectaba en un estado avanzado y efectivamente la gente había subido de peso, pero hoy es a lo más 3 o 4 kilos», explica el doctor José Adolfo Rodríguez, endocrinólogo miembro de la Academia Chilena de Medicina. «El hipotiroidismo no es causa de sobrepeso, pero contribuye al mismo». De hecho destaca que sólo un 5% de la población con obesidad sufre de hipotiroidismo.
En tanto, la doctora Lorena Mosso, miembro de la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes, indica las mujeres que aumentan mucho de peso por un embarazo u otra causa, pueden terminar con su tiroides dañada, y les costará bajar de peso. «Hay que tener en cuenta que el exceso de grasa corporal es muy dañino para el cuerpo y afecta a distintos órganos, como la tiroides».
A prevenir
En lo que sí hay coincidencia es en la importancia de prevenir con un chequeo médico anual. Con respecto al área de políticas públicas, los especialistas valoran que en los 80 se comenzara a implementar una política que obligó a que toda la sal que ingerimos viniera yodada. Esto dado que en la prevención de las enfermedades a la tiroides incide el aporte que hacemos de yodo a nuestro organismo.
A juicio de la doctora Mosso, «en Chile falta investigación sobre el tema y recursos para ello. Carecemos de un diagnóstico nacional con datos actualizados». Agrega también que se hace necesario implementar políticas públicas relativas al manejo de elementos tóxicos (como los pesticidas), los que también afectan el desempeño de la tiroides.
Por: Rebeca Ubilla M.