No hay nada más increíble que una amistad. Es más noble que el amor, porque no conoce (tanto) de celos ni de posesión, porque pone la felicidad del otro sobre la propia. Aún así, hay amigos que tenemos “y ya no sabemos ni por qué”. Y otros, que dejamos de tener y no entendemos bien cómo pasó. Bueno, seguro porque alguno de los dos siguió estos sencillos pasos.
Cancela todo el tiempo
Piérdete de los dramas, y también de los grandes momentos. Si te preguntan puedes decir que tienes mucho trabajo o, ¡mejor aún! que tu pareja y tú tienen planes. Si puedes insinuar que las fiestas de tus amigos te dan pereza, o que irás sólo si no tienes nada mejor que hacer, puntos más.
También puedes no contestar cuando te pregunten si quieres hacer algo. No te preocupes si insisten en llamarte e invitarte: eventualmente se aburrirán.
Intriga
Desde soltar sin querer un detallito que no todos sabían sobre la vida privada de tus amigos, hasta repetir tal cual sus secretos. Si te reclaman, siempre puedes portar un juicio moral o decir algo como “no deberías de ser tan hipócrita, acepta quién eres”.
…Y juzga
Una buena variante es decirles que eres superior a ellos, puedes hacer esto directamente, o de manera más sutil, con comentarios como “me das tristeza”. Adereza hablando de ti y sólo de ti, porque sólo tú importas.
Hazlo sentir culpable
Por cosas que son su culpa como ser más atractivo/exitoso/delgado que tú. Si se compra algo que le hace muy feliz no te quedes callado y dile que tiene mucha suerte en poder tener todas esas cosas que tú nunca tendrás. Si haces esto bien, quizá te preste ese algo, o dinero. Está bien, no tienes que pagárselo porque sufres mucho, no cómo él.
Hazle la corte
Déjale claro que si quiere puede tener sexo contigo. Sobre todo cuando esté vulnerable. No importa que haga como que no lo nota, aclárale cada vez que puedas que en cuanto se descuide caerá en tu red, pero que no pasa nada.
Y lo mejor, luego sorpréndete y dile “ya nunca nos vemos”. es la cereza del pastel.