La semana pasada nos enteramos que el “viagra para mujeres” -Lybrido- estaría listo para comercializarse el 2014. Hace muchos años que este producto ha estado en la palestra. El problema es que muchas de las pruebas no funcionaron debido a que la exitación genital no es suficiente para que una mujer sienta ganas de tener sexo.
La columna de New York Times escrita por Daniel Bergner , autor del libro “What Do Women Want?: Adventures in the Science of Female Desire” (“¿Qué quieren las mujeres?: Aventuras en la ciencia del deseo femenino”), causó gran revuelo debido a su postulado. Y es que el escritor y periodista norteamericano asegura que el culpable de la falta de deseo sexual en la mujer es la monogamia.
Durante toda la historia del ser humano la mujer ha sido como un trofeo para los hombres, siempre hemos estado sometidas a relaciones monógamas, hay mujeres -incluso en la actualidad- que solo han tenido relaciones sexuales con un solo hombre en toda su vida y así mueren. Muy pocas han logrado conocerse, explorarse y descubrir lo que realmente las apasiona en términos sexuales y de desarrollo personal. Sobre esta premisa el autor afirma que la monogamia es una de las principales fuentes de “hypoactive sexual-desire disorder” (HSSD) -desorden hipoactivo del deseo sexual-.
Según lo descrito por Bergner en su reportaje del New York Times “el trastorno clínico afecta entre 10-30 % de las mujeres entre los 20 y 60 años. Las mujeres sufren más HSDD que los hombres que no sienten el calor de sus parejas estables. Y aunque a algunos biólogos evolutivos y psicólogos les gusta argumentar que esto simplemente se reduce a que las mujeres no tienen el mismo nivel de deseo sexual que los hombres, otros dicen que se trata más bien de la cultura y que este trastorno en realidad sólo ocurre cuando una mujer ha estado con la mismo persona durante un período prolongado de tiempo”.
Sin duda, es una conclusión muy interesante, más en los tiempos que vivimos hoy donde la liberación sexual femenina está marcando hitos en la sociedad moderna. El autor comenta que a veces hasta se pregunta “si el HSSD no se trata tanto del líbido, sino más bien del aburrimiento”. Creo que todas las mujeres podríamos preguntarnos esto, sin importar cuántas parejas sexuales hayamos tenido en nuestra vida. Si estás embarcándote en una relación es fundamental pensar en esta posibilidad.
Bergner comenta que es posible que este nuevo medicamento llamado Lybrido podría disminuir este problema en parejas que están haciendo lo posible por recuperar el “fuego” en su relación y que quieren continuar con la monogamia. La idea es volver a sentir lo mismo que en los primeros años con la misma pareja.
Sin embargo, debemos hacer una pausa en esto y pensar si es correcto realizar este tipo de cambio químico en el cuerpo de las mujeres sabiendo que la solución podría estar en algo tan natural como una nueva pareja o actividad sexual fuera de lo común, entre otros.