Por Andrea Sánchez
Mucho se ha hablado de los beneficios de amamantar a los pequeños, la conexión emocional que se da entre la madre y el pequeño, pero en un hecho que podría resultar insólito, Sarah Boyle, una joven madre de 26 años descubrió que tenía un tumor cuando su hijo se negó a ser amamantado.
Según relató a medios británicos como la BBC, Teddy se negaba a ser alimentado del seno derecho de la mujer, lo que le causó una gran angustia pues el pequeño la rechazaba cada que ella insistía en alimentarlo de ese lado del cuerpo.
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Sarah Boyle dijo que cuando inició a amamantar al pequeño, éste había aceptado muy bien la leche materna, pero que de repente había cambiado. Ella piensa que el cambio se debía a que había una variación en el sabor, pero no hay nada que lo sustente.
En el caso de Sarah existía un antecedente, en el 2013 se le encontró un quiste benigno; cuando ella decidió autoexplorarse notó que el quiste se había vuelto más rígido, doloroso y que su pecho había cambiado de forma. Luego de un escáner y una biopsia, se confirmó la presencia del cáncer de mama. Por fortuna, y gracias a la oportuna detección, Sarah será sometida a una doble mastectomía. Aunque ha dejado de alimentar al pequeño, las cosas marchan mucho mejor.
