Por Andrea Sánchez
Cuando iniciamos un nuevo empleo esperamos ser valoradas por nuestros logros profesionales y por lo buenas que somos al desempeñar las actividades para las que fuimos contratadas, pero aunque te parezca retrógrado, en pleno siglo XXI, las mujeres seguimos siendo juzgadas por nuestra apariencia.
Un estudio realizado por Jaclyn Wong y Andrew Penner de la Universidad de Chicago reveló que las mujeres que usan maquillaje ganan más que las que no lo hacen. De acuerdo a la publicado por el sitio Fortune, las personas más atractivas ganan un 20% más que el promedio. Aunque la belleza es muy subjetiva, la mujeres que demuestran un arreglo más esmerado son recompensadas con un mejor sueldo.
El estudio reveló que la mujeres que gastan más tiempo y dinero en su arreglo personal reciben mejores sueldos que las que no lo hacen. Esto no se reduce al maquillaje, la vestimenta también es un factor determinante en las relaciones laborales.
Otro de los puntos a destacar es que esto no sucede de la misma forma con los hombres, pues ellos no están ‘obligados’ a lucir impecables con la ayuda del maquillaje y son valorados por sus capacidades.
Sin duda, deberíamos trabajar más porque la remuneración de las mujeres sea con base en nuestras capacidades intelectuales y no en la forma en la que estamos maquilladas. No quiere decir que no debamos maquillarnos, pues habemos mujeres que amamos el lipstick, el blush y la mascara de pestañas y tenemos la capacidad y la inteligencia para manejar una gran empresa. ¿No lo creen?
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