¿Han escuchado hablar del peeling químico? Si no conocen esta técnica, se trata de un tratamiento en que se aplican distintos principios activos sobre la piel para renovarla.
Lo más conocidos por su efectividad son los peeling faciales con ácido glicólico, sustancia que tiene la capacidad de penetrar en las capas superficiales de la piel y que produce un “descascaramiento”, que revelará una piel más joven y sana.
Aunque son efectivos, este tipo de tratamientos pueden ser un poco invasivos o agresivos, sobre todo para las personas que tienen la piel demasiado sensible.
El peeling facial con láser es una nueva técnica que permite una remodelación más intensa y profunda que los tratamientos con principios activos o sustancias químicas.
Lo que se hace es una abrasión del tejido de la piel; el láser penetra las capas más profundas y ayuda a eliminar imperfecciones, arrugas, manchas o marcas de acné.
Es muy importante que este tratamiento lo haga un profesional y la elección del lugar también es clave. Como se utiliza un láser, las personas que lleven a cabo esta ténica deben saber lo que hacen.
Si te haces un peeling químico o con láser en un lugar poco seguro, corres el riesgo de sufrir quemaduras o problemas más graves en la piel. Un tratamiento bien hecho te asegurará mejores resultados.
Por lo general, los peelings con láser son más efectivos en pieles más claras, y aunque también pueden ser buenos para personas con piel más oscura, se necesitará más precaución y cuidado antes y después del tratamiento.