Lamentablemente, no existe un manual o instrucciones exactas sobre cómo deberíamos lavar nuestro cabello para que quede limpio y luzca perfecto.
Las rutinas de lavado, por lo general, son heredadas y solemos repetir los consejos de nuestras madres sobre cuál es la mejor forma de hacerlo.
Si ella nos decía cuando éramos pequeñas que debíamos usar el shampoo dos veces, lo más probable es que lo sigamos haciendo durante toda la vida. El problema, es que a veces esas costumbres pueden provocar que no lavemos nuestro pelo de la forma en que deberíamos.
A pesar de que las mamás siempre tienen las mejores intenciones a la hora de ayudar a sus hijos, son muy pocas las que son peluqueras o estilistas profesionales.
No importa lo que sepamos al respecto; siempre habrán nuevas oportunidades para reparar los errores que podríamos estar cometiendo en el lavado de cabello.
Una de las equivocaciones más comunes en este sentido, es lavar el pelo más seguido de lo que realmente se necesita. Está bien, a nadie le gusta tener el cabello sucio y tampoco ayuda mucho a nuestra imagen personal.
Sin embargo, la mayoría de las personas lavan su cabello más seguido de lo que deberían, y eso es perjudicial ya que al hacerlo, estamos dejando desprotegido el cuero cabelludo y quitándole todos los aceites naturales que el pelo necesita para crecer sano.
Tomando también este mismo tema, el de los aceites escenciales del cabello, si tenemos un tipo de cabello más seco, debemos proporcionarle una pequeña ayuda para que esté más hidratado.
Lo mejor para esos casos es el aceite de coco; será siempre el mejor aliado para cualquier tipo de cabello, pero más aún para esos que se secan más de lo normal.
Otro de los errores que cometemos en la rutina de lavado de cabello, es enrollarlo y frotarlo demasiado con la toalla para secarlo. Al frotarlo, estamos haciendo que las puntas abiertas se abran aún más, lo que después resultará en un pelo con más frizz.