Por Carolina Palma Fuentealba
Siempre nos quedan dudas con respecto a los cuidados del rostro, tanto en verano como en invierno. El dermatólogo de Clínica Avansalud, Ricardo Figueroa, nos aclara algunas confusiones.
Rostro hidratado v/s humectado: Los suelen confundir siempre, no significan lo mismo y algunas cremas lo incluyen en sus etiquetas, así que debemos mostrarnos más atentas. «La hidratación es el aporte de agua al rostro. En cambio, la humectación es el uso de sustancias que llevan a incrementar la cantidad de agua presente en la piel, por ejemplo, utilizar una crema que provoca que se incremente el agua en la piel, o bien que restaure la barrera cutánea, con lo que se impide la pérdida del agua», explica Figueroa.
Mantén el rostro humectado: Es importante mantener el rostro humectado, ya que así vas a lograr que el agua –tan importante para que la piel se vea lozana, sin arrugas y con el brillo adecuado– se mantenga dentro de la piel. Para aclararlo desde ya, la hidratación puede ser muy pasajera. «La mejor forma de mantener el agua es realizar una buena humectación, la que se puede lograr a través de algunas cremas con agentes para este fin. Por ejemplo, cremas que tengan úrea, ácido hialurónico, ceramidas, ácido láctico u otras sustancias que hagan que el agua permanezca en el rostro».
¿Atomizador en el rostro? Existen muchos en el mercado, y refrescan el rostro de una manera sutil pero exquisita, con mayor razón si el calor que nos supera. ¿Ayudan realmente? «El agua en el rostro tiene un efecto antiinflamatorio, ayuda en el ejercicio cuando uno tiene la piel enrojecida, en los pacientes con rosácea y después de la exposición solar. Sin embargo, esto debe ser complementado con una buena humectación», aclara el especialista.
Ingredientes esenciales: Muy pocas veces leemos las etiquetas para saber qué contienen nuestro productos, pero resulta relevante aprender para no equivocarse y gastar dinero. Principalmente, las cremas que humectan nuestra cara contienen ácidos hialurónicos, ceramidas, úrea, ácido láctico, propilenglicol, que son sustancias que van a ayudar a que el agua permanezca en nuestro rostro por más tiempo.
Esquiva el sol: El rostro es la zona más expuesta al sol, así que debes limitarte. Se ve increíble un rostro bronceado, pero no olvides que dorado hoy significa arrugas después. «Esta zona es la que recibe el mayor daño solar, y en general no tenemos el cuidado de humectar adecuadamente ni usar el protector solar indicado. Es la que está expuesta a los cambios climáticos, al viento, a la arena y al mar», recuerda Ricardo Figueroa.
Mantén el rostro perfecto: Se trata de una meta difícil, que comienza en la adolescencia y que no termina nunca. ¿Cómo hacerlo? «Principalmente tener una conducta activa en cuanto a la protección solar. Usar protección solar todo el verano en la cantidad y en las zonas adecuadas, en la mañana, mediodía y tarde. Tomar mucho líquido, usar una crema humectante ojalá todos los días en la mañana y en la noche, además de no fumar», recomienda el dermatólogo.
