Es cierto. Según expertos de la Universidad Técnica de Lisboa y la Universidad de Bangor, aseguran que es mucho más fácil perder peso cuando uno ama su cuerpo que cuando, se detesta.
Los especialistas, llaman a las personas que quieran perder peso a trabajar primero en su autoestima, ya que sino nunca acabará el círculo vicioso. Dicen que por lo general una persona come en exceso debido a sus inseguridades y falta de amor por su cuerpo, por lo tanto, hay que empezar por aceptarse y quererse para querer mejorar la imagen.
La imagen corporal, se refiere a la confianza que una persona siente al mirarse al espejo. Dicha aceptación o confianza, está formada por la experiencia de la vida, la personalidad y las presiones sociales.
En cuanto a los datos duros, los investigadores encontraron que las mujeres con sobrepeso u obesidad que recibieron consejos sobre la salud general perdieron un dos por ciento de su peso inicial en un año. Mientras que aquellas que además de trabajar en ello estuvieron sometidas a sesiones de grupo para discutir sobre las barreras personales entorno a su peso, perdieron el siete por ciento de su peso inicial en el mismo período.
El líder de investigación, el Dr. Pedro Teixeira, de la Universidad Técnica de Lisboa, dijo: “los problemas de imagen corporal y autoestima son muy comunes entre las personas con sobrepeso y obesidad, lo que a menudo conduce a la ansiedad de comer, transformándose en un obstáculo para bajar de peso.
Los investigadores estudiaron a 239 mujeres con sobrepeso que tenían un índice de masa corporal promedio de 31,5, muy por encima del rango saludable. Luego las sometieron a 30 sesiones semanales de grupo, donde los temas a tratar fueron el ejercicio, el relacionar el alimentarse con las emociones y mejorar la imagen del cuerpo fueron discutidos. Además, hablaron sobre la manera de superar las barreras personales para la pérdida de peso y cuando la dieta se pone aburrida.
Los resultados mostraron una fuerte vinculación entre la mejora de la imagen corporal, especialmente en la reducción de la ansiedad y junto con ellos se consiguieron cambios importantes en la conducta alimentaria.
Y es que es cierto. Muchas veces nos volvemos ansiosas a la hora de querer perder peso. Nos enfocamos en lo bellas que nos veríamos con unos kilos menos y en lo horribles que nos vemos en ese minuto. Recuerda que el peso que tengas no determina lo buena o mala persona que eres, eso no se mide ni el kilos ni en centímetros. Si quieres empezar una dieta, primero tienes que amarte, dejar de lado las obsesiones y luego preocuparte por lo que te gustaría mejorar. Lo sé, cuesta, pero se logra.
Fuente: Dailymail