Quizá caca vez que bañas al bebé sientes que necesitas limpiar sus oídos profundamente con bastones de algodón. Pero atenta, que no es necesario limpiar los oídos al bebé, ya que la cera que se forma en la cavidad de los oídos de tu niño tiene la función de proteger el canal externo contra elementos extraños como el polvo, la humedad y las bacterias, y por eso no se les puede quitar. Así sí que la próxima vez que quieras limpiar el oído del bebé, que sea la parte externa de los oídos, cuidadosamente, y durante el baño.
Qué se debe limpiar en los oídos del bebé
Lo único que puedes limpiar es la parte externa de los oídos, nada más y para hacerlo debes tener mucho cuidado. Nada mejor que la hora del baño para hacerlo, utilizando una toallita, paño humedecido o bastoncillos, siempre con movimientos hacia fuera.
Por otra parte, lo que nunca debes hacer es utilizar palitos, horquillas, puntas de lápiz ni cualquier otro objeto alargado. Jamás se debe intentar sacar la cera del oído del bebé introduciendo ningún objeto, ni siquiera bastoncillos de algodón.
Amigos y enemigos de los oídos del niño
Quizá intentando sacar la cera del oído hagas el efecto contrario u la empujes hacia dentro formando un tapón de cera.
Si te da por introducir algún objeto alargado, tomarás el riesgo de que pueda dañar el tímpano, con un simple movimiento inesperado del bebé.
Es importante que observes al niño a la hora del baño para comprobar si la cera es adecuada. Si notas que la sustancia cambia y varía su color y textura, se debe acudir al pediatra, sin tratar de retirarla, nadie mejor que él para hacer un diagnóstico adecuado.
Otra situación para acudir al pediatra es que notes que el pequeño se queja de dolor o picor, o si se escucha un pitido o zumbido de su oído.
Cuida los oídos de tu bebé a la hora del baño
El baño es el mejor momento para hacer la limpieza de los oídos del bebé. Pero también es el mejor momento para que tengas más cuidado de esta parte tan sensible de su cuerpo, entonces debes:
Tenga cuidado para que no caiga agua en los oídos del bebé, especialmente al lavarle el cabello.
Si lavarás la cabeza es recomendable mover la cabeza del bebé para evitar que el agua se introduzca en el oído.
Si notas que algo de agua se ha quedado en la entrada de la oreja, es importante que la seques con cuidado utilizando una toalla de algodón.
Si se usa los bastoncillos, lo mejor es sujetar bien la cabeza del bebé de lado, pasar el bastoncillo en los huecos de la oreja, siempre de dentro hacia fuera para evitar un accidente.
