El martes recién pasado, la Artist Rights Alliance (ARA) hizo pública una carta abierta que critica la inteligencia artificial (IA), firmada por más de 200 artistas musicales prominentes, incluyendo a Pearl Jam, Nicki Minaj, Billie Eilish, Stevie Wonder, Elvis Costello y el legado de Frank Sinatra. En la carta, estos artistas instan a los desarrolladores de IA, empresas tecnológicas, plataformas y servicios de música digital a cesar el uso de la IA para “violar y devaluar los derechos de los artistas humanos”.
Según la ARA, la IA representa una “amenaza existencial” para su arte.
La preocupación de los artistas respecto a la IA no es nueva. Desde el surgimiento de los primeros generadores de imágenes de IA en 2022, los profesionales de diversas ramas creativas han expresado inquietudes. Ahora, los músicos se unen a esta protesta debido a la preocupación por el uso de IA generativa para crear música.
Según la carta abierta, algunas grandes empresas están utilizando el trabajo de artistas sin permiso para entrenar modelos de IA con el objetivo de reemplazar a los artistas humanos con contenido generado por IA.
La batalla entre los artistas vs la inteligencia artificial
Un ejemplo citado en la carta es el de Google DeepMind, que habría entrenado una inteligencia artificial generadora de música en un amplio conjunto de datos de música protegida por derechos de autor sin solicitar permiso a los artistas. Esta acción ha levantado preocupaciones sobre la protección de la privacidad, la identidad y los medios de vida de los artistas.
Aunque la tecnología de IA en la música no es nueva, su adopción en Europa podría ser un cambio significativo. Mientras tanto, se han observado avances en modelos de síntesis musical que han mejorado con el tiempo, aunque aún no han alcanzado una calidad comparable a la música creada por humanos.
La ARA reconoce el potencial de la IA para promover la creatividad humana, pero advierte que reemplazar a los artistas con IA generativa podría diluir las regalías pagadas a los artistas, lo que sería devastador para muchos músicos. La carta concluye con un llamado a la acción, instando a la industria a comprometerse a no desarrollar ni implementar tecnología que socave o reemplace el arte humano de los compositores y artistas.
Sin embargo, algunos expertos señalan que las protestas de los artistas pueden tener un impacto limitado en el desarrollo de la IA. Aunque estas preocupaciones son válidas, el avance tecnológico puede continuar a pesar de ellas. En última instancia, el equilibrio entre la creatividad humana y la tecnología sigue siendo un tema candente en la industria del entretenimiento.