El jengibre es una raíz que se puede usar tanto en comidas dulces como salada. Es ideal para recetas con pescado y para bebidas e infusiones que alivian dolencias o enfermedades.
Es una planta con flores proveniente del sudeste asiático y se considera una de las especias más saludables. Pertenece a la familia Zingiberaceae, y está estrechamente relacionada con la cúrcuma, el cardamomo y el galangal.
El rizoma (parte subterránea del tallo) es la parte que se suele usar como especia. A menudo, se le llama raíz de jengibre o, simplemente, jengibre. Se puede usar fresco, seco, en polvo o como aceite o jugo.
El sabor del jengibre es descrito como algo especial, es entre dulce y picoso y su olor nunca te deja indiferente: o te encanta, o lo odias, pero no suele haber un término medio.
Aquellas personas que tienen más desarrollado el olfato lo pueden detectar, incluso, antes de entrar en la cocina o restaurante.
Conservarlo para cocinar
Una raíz de jengibre rinde para muchos platos pues basta un poco para darle sabor a la preparación, por eso es importante conservarlo adecuadamente.
Si lo dejas en la nevera, se conserva durante 3 o 4 semanas, en cambio congelado puede durar hasta 1 año.
Para conservarlo se recomienda envolverlo en papel aluminio sin apretarlo demasiado, o en papel film (transparente) siempre sin pelar.
En el caso de que lo vayas a congelar, es también recomendable trocearlo en pedazos de máximo un dedo de ancho, así podrás usar uno cada vez que lo necesites.
Otra forma es pelándolo y laminándolo en finos trozos, que puedes cortar con el pela patatas, y colocarlo en un frasco de cristal cubierto de aceite de oliva o jerez.
Cocinar para dar el toque de sabor
Para cocinar con jengibre solo basta un poco para darle sabor a los platos. Se puede hacer usando algunas láminas al sofreír el aceite de oliva para unos vegetales o para el pescado.
Otra alternativa es rallar un poco de jengibre fresco para incorporarlo en ensaladas o en guisos su sabor intenso y picante le da ese toque diferente a la comida.
Si haces pescados enteros en los rellenos puedes meter laminas finas de jengibre. Esto le dará un toque perfumado e intenso que recuerda a la cocina oriental.
Y si solo quieres un ligero sabor pero no una presencia total, puedes frotar el pescado o el pollo crudo con un poco de raíz de jengibre y luego cocinarlo según tu preferencia.