Este 6 de enero, es el Día de los Reyes Magos.
Según dice la Biblia, tiene que ver con la adoración que le hicieron estos tres reyes de oriente al Niño Jesús cuando estaba en el pesebre.
La adoración de los Reyes se produce 13 días después del nacimiento de Cristo y narra el comienzo de la Epifanía (del griego epipharmera: «brillar sobre», «mostrarse»). Esta es la celebración de la manifestación de Jesús como Dios en la Iglesia de oriente u ortodoxa.
Melchor (el rey de pelo blanco), le entregó oro, por su naturaleza real, Melchor (el colorado), incienso (por su naturaleza divina, empleado en el culto ) y Baltasar (el rey de color) mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús).
La tradición consiste en dejar los zapatos, más un poco de agua y comida para los camellos, y leche y algún dulce para los reyes la noche anterior. Por la mañana, los regalos están al lado de cada par de zapatos.
Si bien ahora tiene un origen bíblico esta tradición, la fecha está relacionada con una fiesta pagana.
Esta, según la revista Para ti, trata de la fiesta de la luz que celebraba el nacimiento del Sol.
No obstante, tiempo después, la fiesta de la Epifanía (así se llama a la celebración de los Reyes Magos) la reemplazó.
Esta tradición no solo forma parte de Argentina, también la disfrutan los pequeños de gran parte de Hispanoamérica y otros países del mundo.
La tradición de convertir la noche de Reyes en una fiesta infantil con regalos para los niños comenzó mucho más adelante, durante el siglo XIX, en España y se expandió posteriormente a otros países de cultura hispana.
