La lechuga es uno de los alimentos que nunca falta en las comidas. Es uno de los más populares que existen y es el insumo más utilizado para preparar ensaladas en cualquier parte del mundo.
Este alimento es rico en vitaminas A, E, C, B1, B2, Y B3, así como en calcio, magnesio, sodio y potasio. Consumir 100 gramos de lechuga aportará al organismo la cantidad diaria necesaria de vitamina A y betacarotenos.
Asimismo, la lechuga es rica en vitamina K, un nutriente esencial en el metabolismo óseo, al ayudar en el crecimiento de la masa y previene la osteoporosis.
Tres deliciosas recetas
Existe una infinidad de recetas con lechuga que no implica comerla solamente en las ensaladas. A continuación te presentamos algunas ideas originales para que la lechuga sea la estrella en tus comidas:
1.- Crema de lechuga
Ingredientes:
– 1 lechuga
– 2 patatas
– 2 zanahorias
– 1 cebolla
– 2 dientes de ajo
– 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
– 1 vaso de caldo
– 2 trozos de queso en porciones
Preparación
Coloca en una olla el vaso de caldo casero, la lechuga cortada, las patatas en dados, las zanahorias cortadas, la cebolla cortada y los dientes de ajo. Lo cocinamos todo hasta que la verdura y las patatas estén blandas.
Una vez todo cocido lo ponemos en un recipiente para batir e incorporamos la nata o el queso y el aceite.
Ahora trituramos todo hasta obtener una crema fina. Después añadimos el caldo de la olla poco a poco. Esto hará que la crema quede al gusto.
2.- Lechuga cocida y patatas
Ingredientes:
– 3 lechugas romanas
– ½ kg de patatas
– Aceite de oliva virgen extra
– 50 gramos de jamón
– Sal y agua
Preparación:
Pela y corta las patatas en dados. Después coces la lechuga troceada y limpia, junto con las patatas, agua y sal. Dejamos cocinar unos 10 minutos.
Luego, troceamos y salteamos el jamón con un chorrito de aceite de oliva. Cuando las patatas y la lechuga estén cocidas, las añadimos a la sartén con el jamón. Ahora las cocinas durante 3 minutos con un poco de agua para terminar la cocción de las patatas y la lechuga.
3.- Pastel de lechuga
Ingredientes:
– 1 cogollo de lechuga
– 1 cebolla
– 1/2 puerro
– Salsa de tomate casera
– 150 gramos de pechuga de pollo o pavo
– 1 huevo
– Queso de barra o al gusto
– Sal, orégano y aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Coloca la lechuga en agua hirviendo, durante unos minutos. Al mismo tiempo, en una sartén con un poco de aceite de oliva, colocamos la cebolla y el puerro cortados finamente.
Lista la cebolla y el puerro, se añade la salsa de tomate casera. Dejamos cocer unos minutos y luego añadimos el orégano. Por último, retiramos del fuego.
Seguidamente se coloca una base de lechuga en una fuente para hornear. Encima de esta base añadimos la salsa de tomate casera, la pechuga de pollo o pavo y el huevo. Por último, se añade todo el queso que queramos por encima.
Para que quede bien debemos precalentar el horno a 200ºC durante unos minutos y luego introducir la bandeja para hornear durante 15 minutos hasta que se gratine el queso.
Una vez que el queso esté dorado o al gusto sacamos y servimos porciones bien calientes.
Trucos para revivir una lechuga marchita
Te presentamos tres trucos que son muy útiles para revivir una lechuga marchita:
Agua y limón: Coloca unas hojas de lechuga en un recipiente con agua fría y agrega un poco de jugo de limón (puedes reemplazar una gota de vinagre).
Luego, debes ponerlo en el refrigerador durante una hora. Después de que haya pasado el tiempo, solo necesita drenar las hojas.
Agua y papa cocida: Una forma de restaurar la lechuga es colocar sus hojas en un recipiente con agua que contenga una patata (papa) cocida pelada y cortada por la mitad.
Después, solo tienes que poner el recipiente en el refrigerador y esperar cerca de dos horas.
Agua con hielo: El hielo también es un buen aliado para restaurar las lechugas marchitas. Si eliges esta técnica, solo necesitas remojar la lechuga en un recipiente con agua y hielo durante una media hora. Es un método efectivo y rápido.
Beneficios de comer lechuga en el organismo:
– El agua de la lechuga es útil en casos de retención de líquidos, cálculos renales y problemas de flatulencias.
– La lechuga tiene una gran cantidad de fibra dietética, que ayuda a mejorar la digestión y estimula el movimiento de los intestinos.
– La lechuga posee oligoelementos como el selenio que previenen el desarrollo de ciertos tipos de cáncer como el de pulmón, próstata y colon.
– Ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre por lo que es ideal para pacientes diabéticos.
– Sirve para combatir la anemia. Es una fuente importante de hierro y recomendada en casos de anemia y fatiga en las embarazadas.
– Es una extraordinaria fuente de antioxidantes que ayudan a disminuir el colesterol alto, retrasar el envejecimiento celular y a mejorar la circulación.
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