El Roscón de Reyes es uno de los postres tradicionales que se ha propagado desde España y México, por todo el mundo.
Se trata de una especie de pan de gran tamaño y en forma de rosca, decorado y relleno y con una o varias sorpresas en su interior.
Es además de delicioso, muy mágico para los niños de la casa, quienes durante la celebración de la llegada de los Reyes Magos, sueñan con toparse con la sorpresa de su interior.
Aprende paso a paso cómo hacerlo en casa y no olvides pedir la ayuda a tus hijos, verás como se divierten y atesoran el momento:
Necesitarás:
500 g de harina de trigo (que sea de fuerza)
125 g de mantequilla
Tres huevos
1 vaso de leche
30 g de levadura de panadero (en refrigerados)
120 g de azúcar
1 cucharadita de ralladura de naranja
1 cucharada de ralladura de limón
3 chorritos de agua de azahar
1 pizca de sal
Diferentes frutas confitadas, escarchadas para ingerir, lluvia de colores, almendras fileteadas, esferas de chocolate, y cualquier topping que se te ocurra o provoque a tus niños.
Manos a la obra
Paso 1: Mezclar
Derrite la mantequilla hasta que esté líquida. Templa la leche y disuelve en ella la levadura. Mezcla esto con la mantequilla, dos huevos batidos, la ralladura de naranja, la de limón, el agua de azahar y la pizca de sal.
Aparte, sobre una superficie lisa, tamiza la harina de fuerza, extiéndela y haz una forma de volcán en el centro para recoger la mezcla que has preparado.
Paso 2: Amasar y dejar en reposo
Vierte poco a poco la mezcla en el cráter del volcán de harina, añade el azúcar y ve amasando con los dedos y después con las manos hasta conseguir una bola de masa fina y elástica.
Deja reposar la bola unos 45 minutos, cubierta con un paño, en un lugar cálido y sin corrientes de aire.
La masa deberá aumentar su volumen al doble. Ahora vuelve a amasarla muy bien, haz la forma del roscón, pon en una bandeja de horno sobre papel de hornear e introduce la sorpresa.
Con el huevo sobrante, batido, unta el roscón para que quede sellado
Paso 3: Decora y hornea
Una vez preparado el roscón y sellado con el huevo, tápalo con el paño y vuelve a dejar reposar en ambiente cálido media hora o más, hasta que doble su tamaño.
Precalienta el horno a 190 ºC.
Mientras el horno se calienta, humedece un poco de azúcar con unas gotas de agua y decora el roscón con ella, junto con trocitos de frutas confitadas, escarchadas y con las almendras fileteadas, recuerda incluir a tus hijos en este paso.
Mete al horno durante media hora, saca del horno, deja enfriar y sírvelo.
Paso 4: sirve y disfruta
Cuando el roscón haya alcanzado la temperatura adecuada, puedes decorar espolvoreando azúcar glass y colocando unas ruedas de naranjas, frutos del bosque, hojas de menta, entre otros.