Como todas las proteínas de origen animal, el cerdo contiene vitaminas y minerales que son esenciales para las funciones vitales de nuestro organismo y que no pueden reemplazarse con otros alimentos.
La carne porcina aporta hierro, vitamina A, D y vitamina del complejo B, dentro de esta última está la vitamina B12.
“Estas vitaminas y minerales aportan al desarrollo y crecimiento de los niños porque son necesarias para el sistema óseo, para el funcionamiento de los órganos, los músculos y el desarrollo cerebral”, indica Gabriela Tranchino, vocera del Colegio de Nutricionistas de Chile.
Los cortes más recomendados para los niños son los que tienen bajo contenido de grasa y de calorías totales como el filete y el lomo. A su vez, se aconseja cocinar con poca grasa.
“Las preparaciones más sanas son sin aceite ni grasa, sin freír, sino al horno, al jugo o a la plancha, sin agregar tampoco mantequilla”, señala la experta.
Respecto a la frecuencia y la porción de cerdo que debería comer un niño, la profesional sugiere que “buscando la variedad en la alimentación, una vez a la semana está bien y la porción debería ser del tamaño de la palma de su mano, entre 50 y 80 gramos”.
Por último, Tranchino añade que los cortes de cerdo con poca grasa son una excelente alternativa para reemplazar a los embutidos, que son altos en sodio, en las celebraciones de cumpleaños o de todo tipo.