Las investigaciones comienzan utilizando el detector de metales, capaz de captar la existencia de balas bajo la gruesa piel del animal. Cuando no hay resultados, proceden a abrirlos hasta encontrar la prueba de fuego. Las muestras que extraen son llevadas a laboratorio, ya que si se encuentran más especies con el mismo tipo de bala sirven de muestra para relacionar varios delitos. Si el arma está confiscada por casos de muertes anteriores, la policía podría implicar al culpable de la muerte de rinocerontes encontrados muertos con el mismo proyectil.
El forense y ex policía experto en autopsias, Frikkie Rossouw, comentó a EFE que no existen diferencias entre la investigación forense entre rinocerontes y humanos.
También es posible realizar pruebas de ADN tomando muestras como parte de las orejas, piel y pezuñas del animal, las cuales son enviadas a la Universidad de Pretoria, donde son analizadas y archivadas, pues es usual que se detengan a cazadores furtivos con cuernos de rinocerontes, quienes aseguran que fueron cazados de forma legal al pagarles a un propietario privado quien les otorga permiso para cazarlos. Sin embargo, muchas de las muestras analizadas de los rinocerontes muertos permiten desmentir a estos furtivo, haciendo posible establecer exactamente de qué rinoceronte hallado muerto provienen.
Durante el 2014 fueron detenidos exactamente 174 cazadores furtivos y 386 fueron llevados a prisión en todo el país. La sentencia más dura a uno de ellos fue de 77 años de cárcel por asesinar rinocerontes en el parque de Kruger en Sudáfrica.
Se estima que un 61% de los acusados por caza ilegal y tráfico de cuernos de rinocerontes fueron sentenciados culpables entre el 2013 y 2014, según datos entregados por el Ministerio del Medio Ambiente del país.
Aun así la caza ilegal de estos animales no ha cesado desde el 2008 y lo peor es que sigue en aumento, pues un kilo de cuernos es pagado mejor que el oro en mercados asiáticos, donde se considera que este producto tiene propiedades curativas y se relaciona con la buena suerte.