Carnitas es el nombre genérico que se le da en México a un plato a base de diversas partes del cerdo fritas en su propia manteca. Este platillo es originario del estado de Michoacán, aunque se consume en todo el país. Se come en tacos o sopes con salsa, cilantro, chicharrón, cebolla y salsa picante.
Pero, ¿qué estas comiendo cuando pides un tipo de carnita? Aquí te explicamos cada una.
Maciza
Se trata de carne con muy poca grasa, de cualquier parte del cerdo que cumpla con esta característica. Es seca y fibrosa y, sin embargo, la más pedida.
Costilla
La costilla completa, incluída la falda. Al tener más grasa que la maciza, después de frita resulta más jugosa.
Cabeza
Mucho más grasa y jugosa, de aquí se cortan (y por supuesto, preparan) los sesos, el cachete, la oreja y la trompa.
Buche
Se trata del estómago del animal. Se le quita la grasa antes de cocinarse, y su consistencia es indescriprible… Debe ser lo primero en echarse a la manteca pues tarda mucho en cocerse.
Nana
La nana son las tripas, sí, y, al contrario del buche, se cocinan muy rápidamente y quedan correosas si se cuecen de más.
Lengua
Bien cocida es muy suave y llena de sabor, por esto ¡es casi tan pedida como la maciza!
Cuerito
El grueso es muy grasoso y tiene incluso un poco de carne -también hay uno más delgado y suave-. Esto mismo es lo que se convierte en chicharrón.
Corazón
Su carne es casi tan sabrosa como la lengua así que nada de tirarlo, ¡lávalo bien y a freírse con lo demás!
Riñones
Al igual que la nana, tardan muy poco en cocinarse; antes de hacerlo es necesario retirar muy bien la grasa que los recubre.