Cada año nuestro calendario se llena de fechas importantes y celebraciones, días para reflexionar sobre nuestras acciones y el cuidado del planeta. Comenzamos junio. Semanas después de la Hora del Planeta y el Día de la Tierra, llega el Día Mundial del Medio Ambiente, un día al cual haremos mención cada año, sí, pero en realidad ¿hacemos lo suficiente por cuidar nuestro hogar?
En 1972, en Asamblea General de las Naciones Unidas se acordó que cada 5 de junio se dedicaría al Medio Ambiente, lo cual se ha hecho sin interrupciones desde 1973. Contando este año, van 40 días dedicados a sensibilizar a personas de todo el mundo, con el objetivo de que «la suma de todas las acciones individuales generen un gran impacto positivo en el planeta».
Creo en esa frase, que la suma de acciones y el trabajo en conjunto, den un impacto positivo al planeta. Existen muchas ideas y buenas intenciones, que al final se queda en eso. “Voy a tener un huerto urbano”, “desde hoy me voy en bici al trabajo”, ” mira, esos botes para separar la basura están geniales”, “desconecta los aparatos electrónicos”. Claro, el 5 de junio, surge toda esa inspiración pero… ¿Qué pasa el resto del año?
Me gustaría aclarar que no estoy en contra de estas fechas y celebraciones. Al contrario. Considero que son importantes para tomar una pausa, hacer una revisión de nuestras acciones y reflexionar sobre su impacto en el medio ambiente. Va más allá de ser como lo describe el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), «TU DÍA, el día en el que puedes actuar por el medio ambiente». Yo digo, actuemos diario, actuemos siempre.
Todos tenemos la oportunidad de ser agentes de cambio, de aceptar el compromiso. El cuidado del planeta está en manos de todos; sí, en cada momento, con cada decisión que tomamos. Es una responsabilidad que debemos asumir y compartir, no como una competencia, sino como un ejemplo para la comunidad.
Como el típico escenario, cuando quieres separar los desechos de tu casa y alguien te dice ¿para qué?, ¿eso no sirve de nada? Elige una acción, la que gustes en este momento. Practícala diario y, después, elige otra acción, que se convierta en un hábito, parte de tu rutina. Luego otra y otra. Así celebraremos y honraremos al Medio Ambiente todos los días y, quien sabe, a lo mejor tu familia y tus amigos comienzan a sentirse inspirados.
Entonces, este año, ¿cuál será tu compromiso con el Medio Ambiente? Recuerda, es un compromiso personal, que adoptarás durante un año o, mejor aún, para toda la vida. 🙂