Virgo es muy tradicional a la hora del amor. Cualquier contacto con su pareja debe caber en su esquema ético y estético. No se fascina con aromas, sabores o aditamentos que le lleven a una mayor excitación, prefiere lo natural. Una buena posición tanto para ellos como para ellas, es el típico «misionero»: ambos acostados, el hombre sobre la mujer.