Luis Mayol, Ministro de Agricultura comentó que se introducirán cambios al proyecto para que los pequeños agricultores puedan volver a sembrar las semillas que adquirieron y no se les cobre multa por ello. “Vamos a pedir que se ponga en tabla en la primera oportunidad, porque creemos que es una ley que tal como está planteada genera un beneficio para el país. Está estigmatizada por ciertos grupos que no la entienden o no la han querido entender”, dijo el titular de Agricultura.
Al ser consultada por su postura frente al polémico tema, la presidente electa, Michelle Bachelet, señaló que se encargará de revisarla, debido a que no es de su gusto “porque cuando se envió esa ley tenía otro sentido del que ha llegado a ser”, dijo. Recordando también que esta ley fue planteada en su gobierno. “Hay una evidencia clara de que habrían elementos que podrían, por un lado, dañar la salud y, por otro más importante, podrían afectar a la soberanía alimentaria y las semillas tradicionales”, sentenció.
Pero tenemos que entender algo, los obtentores o ‘mejoradores de semillas’, crean un desequilibrio tremendo entre trasnacionales y pequeños productores locales, como es el caso de un agricultor en Indiana que tuvo que pagar multa por querer usas las semillas y no comprar nuevamente.
Esto podría dejar a Monsanto como el gran dueño de todo lo que crezca sobre la tierra que pisamos y que no tenemos poder sobre ellos. Los supuestos cambios que quieren proponer es dar la posibilidad a los pequeños agricultores para que puedan volver a sembrar las mismas semillas que adquirieron, a lo menos en esa misma cantidad“, indicó el ex presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
Además de la promesa incumplida sobre la batalla contra el hambre que librarían los transgénicos, mantiene en pie de lucha a los seres humanos que sienten usurpado su derecho ancestral a cultivar la tierra. Como quieren que las personas no estén molestas si esta ley, además trae consigo mayores restricciones a los pequeños agricultores y tremendos beneficios a las empresas de semillas.
Las razones se intensifican para que los que no están a favor de esta ley, por nombrar una de ejemplo; Permitiría que las empresas y los institutos de investigación se apropien de las semillas campesinas diciendo que las “descubrieron”. Lo único que necesitarán es tomar semillas, seleccionarlas un poco y luego registrarlas como propias.
Tenemos que tratar de informarnos, nuestro país puede obtener lo que nuestros amigos los colombianos, que ya no están obligados a quemar sus semillas, ni a comprarlas a grandes empresas. Pero eso se consigue solamente si se logra organizar ideas, conseguir apoyo de todas las personas que no queremos que las grandes corporaciones pasen a llevar a los que menos recursos tienen, y que se deje ocupar libremente las tierras a sus dueños.