Sam Jinks es un artista australiano, que en los últimos 5 años se ha especializado en el hiperrealismo. Hechas de resina, fibra de vidrio y silicón, sus esculturas impresionan a todos por su nivel de detalle.
Sus esculturas buscan involucrarnos en diversas experiencias y sensaciones que a menudo pasan desapercibidas. Sus creaciones no buscan la recepción visual fácil, sino que se adentra en mundos más complejos a la hora de nuestras propias interpretaciones.
¿Qué vemos en sus obras? Al hombre tal como es. Desnudo, con fallas, una bella creación de la naturaleza, pero que intenta ser más que ella, más que sus hermanos los animales, y que finalmente destruye a su Tierra Madre, y destruye a sus hermanos y se destruye a sí mismo.
La raza humana se ve perfecta a sí misma, pero en las esculturas hiperrealistas de Jinks vemos la imperfección, lo diminutos que somos, lo blandos, lo frágiles y nos hace reflexionar qué papel cumplimos en la vida, en qué podemos aportar. No somos más que el resto. Somos todos iguales en el Tercer Planeta.