Con gran emoción recibieron la noticia los investigadores del Instituto Smithsonian, quienes comprobaron mediante exámenes de ADN que los restos de una especie que se creía parte de los mapaches, era una versión de esta familia, completamente nueva, que estaba mal rotulada hace más de un siglo.
El Oliguito es el primer mamífero carnívoro descubierto en 35 años, algo bastante difícil en el siglo XXI, donde la tónica es la extinción de especies. La alarma fue levantada por el zoólogo Kristofer Helgen que es curador de mamíferos en el Museo Nacional de Historia Natural en Washington DC, que alberga 600.000 mil mamíferos, la colección más grande del mundo.
La gran pregunta es entonces ¿existe el Oliguito, o es un recuerdo que hoy vuelve a la vida gracias a la ciencia? Felizmente sí, se encuentra en áreas protegidas del bosque nuboso de los Andes que corresponde al centro de Colombia hasta el oeste de Ecuador. Helgen explica que “el olinguito es un carnívoro, del grupo de mamíferos que incluye a los gatos, perros y osos y sus familiares”.
Se sabe que mide unos 35 centimetros y pesa menos de un kilo, se alimenta principalmente de frutos a pesar de ser carnívoro, además de comer insectos y néctar, que sale a la vida de noche pasando su tiempo sobre los árboles de forma solitaria y que las hembras engendran sólo un bebé a la vez.
El Oliguito, bautizado científicamente como Bassaricyon neblina, se cree que se exhibió en varios zoológicos de los EE.UU. entre 1967 y 1976. Sus guardianes confundían con un Olinga – un pariente cercano – sin entender porqué era diferente. Así, como una misteriosa variación fue enviado a diferentes zoológicos, muriendo sin ser identificado correctamente.
Este caso abre la puerta a la investigación en museos y eleva la importancia de la inversión que se destina para estos fines, pues aun hay mucho por descubrir en nuestro tercer planeta, sin viajar a la velocidad de la luz.
Fuente: Olinguito: ‘Overlooked’ mammal carnivore is major discovery (BBC)