Un buen día salí a caminar con mis perros. Ambos son traviesos, lo acepto, pero la hembra es una auténtica aspiradora de objetos extraños — la entrenadora y yo hemos intentado de todo para quitarle esa manía —. Nos detuvimos en un espacio verde, para jugar un rato y que ellos pudieran utilizar sus narices como todo perro debe hacer. Acto seguido. Mi perrita traía tremendo hueso en el hocico.
Para hacerles la historia corta, intenté quitarle el hueso y la nena, de coraje, se lo tragó. Ya saben. Corrí con su veterinaria. La revisaron, indicó un medicamento y no pasó a mayores. Sin embargo, el susto quien te lo quita ¿no?
En ese momento me pensé en lo que hubiera pasado si mi pequeña tuviera el hueso atorado o alguna obstrucción. Ante estos escenarios es muy, pero muy importante conocer los primeros auxilios básicos para aplicar a nuestras mascotas, como en su caso la maniobra de Heimlich — si no la saben aplicar en humanos, también sería buena opción invertir en un curso básico o investigar.
Busca el objeto que provoca la obstrucción
En el caso de los perros, ya saben, todo lo toman con el hocico. Agarran juguetes, peluches, calcetas y calcetines, cierres, hasta basura — conocí a una perrita que le encantaba desbaratar controles remotos —. Esos pequeños objetos se pueden quedar atorados en la garganta de nuestra mascota.
Los primeros signos de sofocación a observar son:
- Entra en pánico, pone cara de angustia, no sabe que hacer.
- Comienza a toser violentamente, se escucha un silbido, se queda sin aliento, se rasca el hocico y tiene ojos saltones.
Antes de cualquier movimiento, se debe observar el hocico, con mucho cuidado. El perro no sabe que hacer, tiene miedo y puede reaccionar a la defensiva.
- Coloca una mano en la parte superior del hocico, el pulgar sostienen un lado, los demás dedos del otro lado.
- Con la obra mano toma la parte inferior de la mandíbula y jala hacia abajo; de nuevo, mucho cuidado.
- Con el dedo índice de la mano que está abajo, recorre la boca cuidando de no empujar nada que te encuentres; también debe ser muy delicado para no provocar daño.
- Si no ves un objeto, no intentes extraerlo. Puedes llevarlo más lejos y empeorar la situación.
Si no se ve objetos, pero el perro sigue sofocado, con problemas de respiración, puedes intentar los siguientes métodos:
Inclinación del perro
En perros pequeños
- Toma al perro por los muslos traseros, con su estómago hacia ti; sucude de manera gentil al perro para que la gravedad haga su efecto.
En perros grandes
- Con el perro en cuatro patas, toma las patas traseras del perro como si fuera una carretilla, levanta su cuerpo como si lo estuvieras inclinando boca a abajo.
La maniobra de Heimlich
Este método se utiliza sólo y únicamente si estás seguro que el perro tiene un objeto extraño obstruyendo vía respiratoria; esto en la garganta. Toma en cuenta que por el impacto de la maniobra puedes llegar a dañar órganos internos y hasta huesos de la caja torácica.
En perros pequeños
- Arrodíllate por detrás del perro, con su cara lejos de ti.
- Coloca tus grasos alrededor de su cintura.
- En lugar de hacer un puño, utilice unos nudillos de una mano y colócalos justo debajo de la última costilla del perro, en la parte blanda del abdomen.
- Pulse con suavidad 4 o hasta 5 veces, con movimiento de empuje. No repetir.
- En caso de que el perro esté recostado inconsciente, coloca una mano en su espalda para soporte y la otra en el mismo punto anterior, la parte blanda del abdomen. aprieta hacia arriba y adelante.
- Revisa la boca y retira el objeto; verifica que esté respirando.
- Si no lograste eliminar la obstrucción, aplica CPR mientras alguien los lleva al veterinario.
En perros medianos y grandes
- Párate atrás del perro; que se encuentre de espaldas a ti.
- Coloca los brazos al rededor de la cintura del perro.
- Haz un puño con una mano; colóquelo con el lado del pulgar justo debajo de las últimos del perro, en la parte blanda del abdomen. Envuelva la otra mano alrededor de ese puño.
- Presione con firmeza, de manera rápida, justo detrás de la caja torácica y la espina dorsal del perro. Aplica la fuerza necesaria como para mover al perro.
- Si la obstrucción no sale, inténtalo un máximo de 4 o 5 veces.
- Si el perro está acostado, coloca una mano en su espalda, a manera de apoyo, y con la otra aprieta el abdomen hacia arriba y adelante.
- Revisa la boca del perro y retira cualquier objeto con los dedos.
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Foto: Martha Stewart Daily Wag