Durante un paseo, en clase de adiestramiento, en tu propia casa, en cualquier lugar… Tu perro puede dejar de respirar. ¿Sabes qué hacer en estos casos?
Como dueños responsables, es prioritario conocer esta información. En determinado momento nos sabemos si nuestro perro sufrió un ataque, tiene alguna enfermedad crónica, que puede llevarlo a un paro cardiorespiratorio. En lugar de alarmarnos, hay que guardar la calma y actuar lo antes posible.
¿Cómo aplicar CPR a mi perro?
Un perro necesita la técnica de reanimación cardiopulmonar (CPR) cuando se encuentra inconsciente, no tiene la posibilidad de moverse o presenta parpadeo constante en los ojos — como en un ataque — y, por supuesto, cuando deja de respirar.
Al aplicarlo debes recordar los tres puntos claves de la reanimación cardiopulmonar en perros: conducto respiratorio, respiración y compresión cardiaca.
Los pasos que cubren estos puntos clave son los siguientes:
- Coloca al perro en una superficie plana. Extiende la cabeza hacia atrás para despejar el paso de aire.
- Abre el hocico para revisar si existe alguna obstrucción. Saca la lengua y observa; si tiene un objeto, se debe aplicar el método de Heimlich.
- Coloca tus manos alrededor del hocico, dejando libre sólo la nariz. Sopla aire por las fosas nasales, con 5 o 6 respiros rápidos, depende del tamaño del perro. Si es pequeño, la respiración debe ser corta y ligera; si es grande, debe ser larga y profunda. Continúa aplicando con un rango de una respiración cada 3 segundos o 20 respiraciones por minuto.
- Revisa que tenga pulso, usando tu dedo en la parte interior del muslo, justo arriba de la rodilla. Si no sientes el pulso ahí, coloca tus manos en el pecho, justo a la altura de su codo.
- Para perros con pecho profundo y estrecho (B), como los galgos, aplica la presión más cerca de la axila, directo arriba del corazón.
- Para perros fornidos, como el bulldog inglés (c), colócalo con espalda al piso y comprime el esternón, directo arriba del corazón, como a las personas.
- Mantén el ritmo de la presión y la respiración. Da 30 compresiones rápidas y 2 respiraciones. Después revisa si el perro ha recuperado la consciencia. Si no es el caso, continua las compresiones por ciclos de 100 a 120 compresiones por minuto.
Realiza la reanimación por ciclos de 2 minutos, revisando siempre si el perro ha comenzado a respirar o recuperado la consciencia.
Fuente: CPR for dogs (cardiopulmonary resuscitation) (DogHeir’s)