En el Campus San Joaquín de la Universidad Católica, en el edificio dedicado al empresario minero Andrónico Luksic Abaroa, estos cuatro precandidatos se expusieron a las preguntas de Andrés Matamala y Mónica Rincón, quienes solicitaron respuestas y contrarrespuestas sobre el tema energético: Crisis Energética, Rol del Estado, Propuestas y soluciones, fueron los grandes tópicos que dirigieron el debate.
Andrés Allamand, planteó que sí había crisis energética, porque se había judicializado el tema energético y por lo tanto aún no pueden llevarse a cabo muchos proyectos que dan viabilidad a la actividad productiva que genera empleos y desarrollo, sobre todo en el campo minero. Enfatizó que el rol del estado se limitaba a la concesión a privados de estos proyectos y no a formar parte de la oferta. Lo que más llamó la atención de sus intervenciones, fue que calificó la promesa de incorporar un 20% de Energías Renovables No Convencionales que hizo Sebastián Piñera, gobierno al cual perteneció como ministro, de “irrealizable”, un exceso de entusiasmo, cuestión que ya vimos cuando la Ministra del Medio Ambiente puso en duda el cumplimiento del Compromiso de Copenhague, que señala la reducción de 20% de las emisiones de carbono.
Claudio Orrego, haciendo un muy buen diagnóstico de la situación actual en donde el costo es pagado por las familias chilenas que ven aumentos en los cobros de electricidad, enfatizó que se debía abrir la matriz energética. Sorprendió con la idea de sacar 1400 megas del sistema de riego chileno. “Liberalicemos que los pequeños también tengan acceso a generar energía”. En cuanto a energía nuclear, planteo que no, pero que no se cierra a la investigación. Se mostró de acuerdo con la construcción de la carretera eléctrica.
Andrés Velasco, se mostró orgulloso de lo realizado en el gobierno de Michelle Bachelet, citando varias veces al Ministro de Energía de ese entonces, Marcelo Tokman, conocido defensor del proyecto Punta Alcalde y bajo el cual fueron aprobados 42 proyectos termoeléctricos con base a carbón. En cuanto a energía nuclear, planteo que no se podía especular y había que hacerlo de acuerdo a los estudios. Anunció la propuesta tributaria con impuestos “verdes”.
José Antonio Gómez fue el único candidato que se opuso a la construcción de HidroAysén y planteo que las compensaciones económicas no aminoran los impactos y “compran” las voluntades dividiendo a las comunidades. Planteó que el mercado energético estaba concentrado en 3 empresas que no dejaban entrar las ERNC. Fue enfático señalando que la energía solar era altamente competitiva y fortaleció la iniciativa de generar energía limpia residencial e incluso la venta al sistema interconectado, el cual por su parte debiera ser uno solo, uniendo sur y norte. Enfatizó en el rol del Estado el cual no solo debía velar por los ciudadanos sino entrar en la oferta energética transformando Enap en La Empresa Nacional de Energía, generando watts con matrices tales como la geomotriz, eólica, solar, termosolar y mareomotriz. Se destacó al subrayar la crisis hídrica a causa de la actividad minera.
En el evento se destacaron personalidades como Iván Couso, Sara Larraín, Francisca Rivero, Diego Luna, Matías Asún, todos muy entendidos en la problemática y la solución plausible para dar viabilidad a una política energética seria, que se interese en solucionar tanto el apremio productivo (solo la minería necesita un 38% del total generado) como las externalidades negativas que recaen en los ecosistemas y las comunidades.
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