Desde hace miles de años, la agricultura tiene su buena parte que agradecerle a los polinizadores, que son cruciales en el proceso. Muchas plantas sólo producirán semillas si los polinizadores han transportado previamente el polen de las anteras a los estigmas de sus flores.
Pero en realidad, no le habíamos prestado mucha atención a cuáles polinizadores son más efectivos hasta que las poblaciones de los silvestres comenzaron a disminuir, por lo que 50 científicos de todo el mundo realizaron estudios y los presentaron a todo el mundo. Las investigaciones de una de estas publicaciones fueron encabezadas por la Dra. Christina M. Kennedy, científico de la organización ambiental global The Nature Conservancy (TNC).
Los resultados de las investigaciones científicas señalan que la intensificación de la agricultura industrial y sus procesos, incluyendo el uso de pesticidas, químicos sintéticos, campos de cultivo extensos, baja diversidad de cultivos y sobre todo perdida del hábitat natural alrededor de los campos productivos, impactan negativamente a las poblaciones de abejas silvestres.
Esto se debe principalmente a que las abejas silvestres polinizan mucho más efectivamente cultivos importantes como café, almendras, manzanas, tomates, sandía, pomelo, calabacín, canola, arándanos y avellanas, que otros métodos, como las abejas de miel domesticadas.
Las abejas de miel domesticadas, usadas generalmente por los agricultores para polinizar, transportan más polen entre planta y planta, pero nuestros estudios muestran que las abejas silvestres resultaron ser más efectivas en polinizar los cultivos exitosamente. La polinización a través de abejas silvestres aumentó casi al doble la proporción de flores que se desarrollaron en frutas maduras o semillas, en comparación con las abejas de miel domesticadas
Los resultados son importantes, ya que algunos ajustes simples en la agricultura, como incorporar espacios naturales alrededor de los campos de siembra y reducir el uso de químicos tóxicos para las abejas, podría beneficiar a ésta y otras especies de polinizadores silvestres, y por ende, contribuir a una mejor producción de numerosos alimentos. Al mismo tiempo, se requiere conservar y mejorar los hábitats naturales y semi-naturales de los paisajes agrícolas.
A través de una práctica más saludable en la agricultura no sólo se puede cuidar mejor del medio ambiente, sino que se puede lograr una mayor producción, como lo demuestran los estudios realizados en 40 sistemas de cultivo en 600 campos o praderas de 20 países en todo el planeta, incluyendo Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Costa Rica, Estados Unidos, India, Indonesia, Israel, Japón, Kenia, México, Nueva Zelanda, Polonia, Reino Unido, Sudáfrica, Suecia, Suiza y Uganda.
Es hora de dejar de lado las prácticas con demasiados químicos y pesticidas. Ya se encontró una buena solución para volver más efectivo el campo de manera natural. Si quieren leer el resultado del estudio pueden consultarlo en esta liga.
Fuente: Polinizadores Silvestres: Vitales en la producción mundial de alimentos, (TNC).