Algunos de vosotros, seguramente, seréis intolerantes a la lactosa. Otro, tal vez, tengáis molestias después de comer productos con leche o lácteos y al resto os viene muy bien conocer un problema que afecta a mucha gente hoy en día. Por ejemplo, en casa tenemos un caso. Mi mujer es intolerante a la lactosa y muchas de las recetas que pongo en Sabrosía son recetas elaboradas con sustitutos de la leche.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La ausencia de lactasa en la membrana de ribete en cepillo de la mucosa intestinal es la causa de la intolerancia de algunos individuos a este azúcar. Al no poder absorberse, la flora intestinal lo utiliza produciendo metano, CO2 e
incluso H2 lo cual provoca flatulencia y otros trastornos intestinales. La lactosa presenta además una elevada higroscopicidad, lo que provoca también heces más líquidas e incluso diarreas. Este trastorno, además del componente genético, tiene como coadyuvante el escaso o nulo consumo de productos lácteos que hace descender la capacidad de producir la enzima en adultos.
La distribución de esta enfermedad en adultos es muy desigual y se debe sobre todo a un efecto de las costumbres alimentarias. El problema se presenta en la actualidad con los flujos migratorios que están provocando que personas se enfrenten con alimentos a los que no están habituados y las repercusiones, en este caso pueden ser muy desfavorables, al no identificarse la causa y achacar los síntomas a procesos microbiológicos. Por supuesto también se debe a motivos medioambientales, genéticos, etc.
¿Cómo se trata la intolerancia a la lactosa?
El tratamiento dietético de los intolerantes a la lactosa esencialmente es igual en niños y adultos, sin embargo en lactantes es un serio problema ya que la leche es el único alimento que toman (o el mayoritario) y es prioritario sustituir esa leche por un preparado sin lactosa.
En los adultos y niños no lactantes suele ser suficiente evitar un consumo elevado de lácteos no fermentados. En la fermentación (yogur) y/o maduración de los lácteos (quesos) gran parte de la lactosa es eliminada. No obstante, la moderna tecnología de fabricación de yogur está produciendo yogures con unos niveles remanentes de lactosa muy altos, por lo que se deben consumir con precaución o incluso no consumir.
Por lo tanto, la eliminación del consumo de productos con lactosa: chuches, leche, yogur, quesos, embutidos y productos cárnicos, etc. Suele ser suficiente para llevar una vida mejor, sin al menos esos trastornos que pueden acabar ocasionando problemas mayores, como por ejemplo una irritación crónica del colon.
Para eliminar estos productos en algunos casos se pueden sustituir por leche de soja, avena, arroz, etc. En otros caso será imposible. A esos efecto existen pastillas de lactasa que se pueden consumir antes de comer y según la cantidad se pueden comer una o varias de estas pastillas que hacen que se pueda digerir la lactosa sin problemas.
Otros problemas asociados, en especial en mujeres de mediana edad, es el problema asociado de dejar de consumir calcio, lo que puede generar otros trastornos en huesos.
Por supuesto, lo mejor es acudir al médico ante cualquier sospecha y ellos serán quienes determinen si se es intolerante a la lactosa y cómo se debe proceder desde ese momento.